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Los Sistemas de Retención Infantil (SRI) son elementos clave en la seguridad de un niño en la carretera y la legislación española obliga a usarlos hasta los 135 centímetros de altura (es decir, hasta que el niño tiene 12 años) adaptados a su talla y peso. Está claro que su uso es esencial para protegerles y minimizar las lesiones en caso de accidente; lo que no está tan claro es cómo debemos colocar estos sistemas: ¿silla a contramarcha o a favor de la marcha? La respuesta es a contramarcha todo el tiempo que se pueda, es decir, no solo hasta que el niño pese 9 kilos o tenga 4 años, sino el mayor tiempo posible, ya que ponerlos en esta posición reduce hasta un 90% el riesgo de morir o sufrir daños graves en caso de accidente. En este artículo de Wikidriver te contaremos más detalles sobre los sistemas de retención infantil y por qué es tan importante usarlos correctamente.
Radiografía del sector
Por desgracia, en Europa la accidentalidad infantil en carretera sigue siendo alta: cada año mueren al menos 1.000 niños y 80.000 resultan heridos. Si estos datos son duros, aún lo es más el hecho de que el 75% de las muertes infantiles y el 90% de las lesiones graves podrían haberse evitado si los más pequeños hubieran viajado de manera apropiada en el vehículo, en asientos especiales y con las medidas ajustadas. De ahí la enorme importancia de escoger un Sistema de Retención Infantil adecuado y de colocarlo correctamente, ya que mucha gente no sabe que colocar la silla de un bebé a contramarcha en lugar de hacerlo a favor de la marcha, puede salvarle la vida o evitarle sufrir daños graves en caso de accidente.
Mucha gente no sabe que colocar la silla de un bebé a contramarcha en lugar de a favor de la marcha, puede salvarle la vida o evitarle sufrir daños graves en caso de accidente
Pero, ¿cómo influye la posición de la sillita del coche en las posibles lesiones en caso de accidente? Analicemos un caso práctico: la mayoría de accidentes son colisiones frontales a una velocidad superior a los 50 km/h; a esta velocidad, se ejercen fuerzas enormes en la zona de los hombros y el cuello, así como en la cabeza del niño. Si este está sentado a favor de la marcha, su cabeza, cuello y espalda se inclinarán fuertemente hacia adelante y recibirán un gran impacto, que puede conllevarle la muerte o daños permanentes, tales como la parálisis. Debemos tener en cuenta que, a 50 km/h, la cabeza de un bebé de 6 meses (que pesa aproximadamente 2 kg) aumenta su peso hasta 30 veces más, es decir, hasta los 60 kg. Debido al impacto, la cabeza es lanzada hacia delante con una fuerza que el cuello no puede soportar, pudiendo causar lesiones tan graves como las que acabamos de describir o incluso el fallecimiento del pequeño. Además, en caso de accidente, un niño que no vaya con su SRI correctamente abrochado y colocado se convierte en un proyectil que puede golpear a los demás ocupantes del coche.
Si, en cambio, el menor va sentado en contra del sentido de la marcha en caso de colisión frontal, las fuerzas se repartirán sobre más zonas del cuerpo y habrá menos presión sobre el cuello, la cabeza y los órganos internos, reduciendo en más de un 90% el riesgo de sufrir daños graves o morir.
Ahora ya tenemos clara cómo deber ser la orientación de la sillita, pero ¿y la posición dentro del coche? ¿puede ir colocada en los asientos delanteros o solo en los traseros? Como norma general, la sillita deberá colocarse en los asientos traseros, ya que desde el 1 de octubre de 2015 queda prohibido colocarla en el asiento del copiloto; solo hay tres excepciones que permiten ubicarla en esta posición: cuando el vehículo no disponga de asientos traseros (como en el caso de los microcoches), cuando los asientos traseros estén ocupados por otros niños con SRI o cuando no sea posible instalar los sistemas de retención en dichos asientos. En todo caso, si el bebé viaja en su sillita colocado a contramarcha en el asiento del copiloto, deberemos cerciorarnos siempre antes de que el airbag frontal esté desactivado.
Mejores sillas a contramarcha
Evidentemente, en la seguridad de un niño en la carretera la sillita que escojamos juega un papel fundamental. Ante la pregunta de cuáles son las mejores sillas a contramarcha, es difícil pronunciarse ya que el abanico de marcas y modelos es muy amplio, pero en todo caso antes de escogerla deberemos fijarnos siempre que sea una silla homologada. De este modo, sabremos que ha pasado todos los estrictos controles que establece la UE para garantizar la seguridad de los menores; todas las sillas homologadas son fácilmente reconocibles porque tienen una etiqueta naranja en su parte posterior.
Otra duda que puede asaltarnos a la hora de comprar un modelo u otro de sillita infantil es si es mejor que rote o no. En los últimos años, las sillas de bebé de coche rotatorias están teniendo mucha demanda puesto que hacen mucho más sencillo colocar al bebé, ayudándonos a hacerlo de la forma correcta y con la tensión del arnés adecuada. Además, se adaptan al crecimiento del niño y garantizan su comodidad y protección en todo momento, actuando de manera similar a los airbags.
¿Hasta cuándo deben viajar los niños a contramarcha?
Habida cuenta de lo que acabamos de explicar, resulta importantísimo colocar y abrochar el sistema de sujeción correctamente y situar la sillita a contramarcha. Ahora bien, la siguiente duda quizás sea ¿hasta cuándo debe viajar el niño en esta posición? La legislación española permite llevar a los niños a favor de la marcha desde los 9 kg (6-9 meses), aunque la mayoría de expertos aconsejan llevar la silla a contramarcha hasta los 4 años en función de su peso y altura y, si es posible, incluso hasta los 6, 7 u 8 años. Debemos tener claro que cuanto más tiempo viaje a contramarcha, más seguro será para él.
Cuanto más tiempo viaje a contramarcha, más seguro será para él
¿Y hasta cuándo deben usar un sistema de retención infantil?
En España la normativa de sillitas para el coche establecida por la DGT en 2019 obliga a que los menores de 12 años cuya estatura no alcance los 135 centímetros tengan que utilizar un sistema de retención adaptado a su desarrollo y peso. A medida que van creciendo, estos sistemas van cambiando en base al peso del niño, tal como repasaremos a continuación:
– grupo 0: hasta 10 kg (recién nacidos hasta 1 año)
– grupo 0+: hasta 13 kg (recién nacidos hasta 18 meses)
– grupo 1: de 9 a 18 kg (aproximadamente de 1 a 4 años)
– grupo 2: de 15 a 25 kg (aproximadamente de 3 a 6 años)
– grupo 3: de 22 a 36 kg (aproximadamente de 5 a 12 años)
Mientras los niños son bebés y se está desarrollando y fortaleciendo su musculatura, utilizan sillitas del grupo 0 o 0+ y deben colocarse en una posición bastante inclinada, especialmente durante sus primeros meses de vida. A medida que van creciendo y su musculatura se va tonificando, pasan a usar una silla del grupo 1, en la que están en una posición más vertical. Cuando pesan entre 15 y 25 kg deben utilizar las sillas del grupo 2. Finalmente, cuando pesan entre 22 y 36 kg y miden 135 cm, dejan de utilizar una silla para usar un elevador. Llegados a esta altura, ya pueden abrocharse con el cinturón de seguridad como los adultos, aunque según las recomendaciones de la DGT lo mejor es que hasta que un niño no mida 150 cm siga usando un sistema de retención infantil homologado a su talla y peso. Recordemos que la banda superior del cinturón de seguridad debe pasar siempre por la clavícula, el hombro y estar bien pegada al pecho, mientras que la banda inferior debe quedar lo más baja posible sobre la cadera; si no es así, el niño no irá bien protegido, de modo que habrá que seguir usando el asiento elevador hasta que crezca.