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El otoño es una época que invita a hacer excursiones y descubrir nuevos lugares al volante: coloridos paisajes por el cambio de estación, temperaturas agradables (sin el calor abrasador del verano, ni el frío intenso del invierno) y poca afluencia de viajeros. En otro artículo de Wikidriver te mostramos rutas en coche por el Pirineo aragonés y catalán, rutas por la Costa Brava y rutas literarias por la geografía española, pero en este artículo nos centraremos en recorridos por la región sureste de España que gozan de un encanto especial en otoño. Concretamente, descubriremos algunas de las cuevas subterráneas de Castellón y Valencia, recorreremos la ruta de los castillos de Vinalopó en Alicante y viajaremos al espectacular barranco de Gebas y el Embalse de Algeciras en Murcia. ¿Te apetece acompañarnos?
La ruta de las cuevas subterráneas en Castellón y Valencia
Tanto Castellón como Valencia ofrecen innumerables propuestas al viajero: quilómetros de playas, monumentos históricos, museos de vanguardia, una amplia oferta de ocio y actividades culturales… pero quizás uno de sus atractivos menos conocidos son los parajes naturales que albergan el interior de estas regiones. En esta ruta, que empieza en Castellón y finaliza en Valencia, nos pasearemos por estas dos destacadas ciudades de la Comunidad Valenciana y descubriremos sus cuevas naturales subterráneas, un rico patrimonio geológico que deleitará a los aficionados a la espeleología y a la aventura.
Empezaremos la ruta en Castellón, visitando sus principales monumentos históricos, edificios modernistas y parques urbanos y disfrutando de la esencia marina en el Grau. Para aprovechar el tiempo visitando la ciudad en lugar de perderlo dando vueltas en busca de aparcamiento, una buena opción es estacionar en los parkings públicos Saba. A continuación, dejaremos atrás el turismo urbano para descubrir los fantásticos entornos naturales del interior de esta región. Concretamente, nos dirigiremos a las cuevas de San José, en la Vall d’Uixó, donde se encuentra el río subterráneo navegable más largo de Europa con más de tres quilómetros explorados. Las cuevas de San José combinan formaciones naturales de calcita (estalactitas y estalagmitas) y se caracterizan por un solemne silencio, solo roto por el tranquilo e incesante goteo del agua que las ha esculpido. La cavidad se visita en un paseo en barca que recorre 800 metros; los 225 restantes se hacen a pie entre formaciones rocosas que evocan parajes oníricos.
Tras la visita a las cuevas, seguimos la ruta hacia Valencia, ciudad que no merece presentación por sus múltiples atractivos: desde un rico patrimonio histórico, cultural y artístico, pasando por modernas instalaciones mundialmente admiradas, una excelente gastronomía y un espléndido litoral, hasta infinidad de propuestas lúdicas y fiestas populares. Para evitar quebraderos de cabeza buscando aparcamiento en la vía pública, recomendamos dejar el coche en uno de los parkings públicos de la ciudad. A continuación, de nuevo dejaremos atrás la capital de la Comunidad Valenciana para irnos hacia el interior en busca de las cuevas de Don Juan y finalizar la ruta. Aunque es más pequeña que la cueva de San José y el recorrido se hace a pie en lugar de en barca, se trata de una de las cavidades visitables más sorprendentes y emblemáticas de la región. Situada a 12 quilómetros de Jalance y enclavada en uno de los barrancos del río Júcar, en ella pueden admirarse múltiples formaciones rocosas y caminar por dos tramos bien diferenciados, uno húmedo y otro seco. Fuera de la cueva, entre escarpados relieves y fuertes corrientes fluviales, podremos disfrutar de uno de los mejores miradores de la zona.
La ruta de los castillos del Vinalopó en la provincia de Alicante
Los amantes de la historia tienen en esta ruta una espléndida oportunidad para admirar algunas de las fortalezas, torres y castillos más representativos del Valle del Vinalopó y el Alcoiano, en la provincia de Alicante. A lo largo de 100 quilómetros y 14 municipios distintos repartidos por varias comarcas alicantinas, encontramos monumentales construcciones defensivas de época medieval y renacentista (declaradas bien de interés cultural por su innegable valor histórico-artístico), testimonios del pasado convulso de la región y de la necesidad de protección de sus pueblos. Poblaciones como Villena, Sax, Castalla, Biar y Novelda, por citar algunas, hicieron frontera entre la Corona de Aragón y la Corona de Castilla y fueron ampliamente disputadas por árabes y cristianos. A pesar de las numerosas luchas, asedios y cruentas batallas que tuvieron que soportar, los castillos de estas localidades se conservan en muy buen estado y en algunos de ellos aún puede apreciarse la bóveda nervada almohade, de las más antiguas y únicas en edificios militares en toda la Península Ibérica.
El recorrido propuesto dibuja una especie de rectángulo en el mapa, empezando en Santa Pola con el Castillo-Fortaleza y las varias torres de la población (Escaletes, Tamarit y Atalayola), para seguir hacia Elche, donde podremos admirar el sublime Alcázar de la Señoría de Elche, también conocido como Palacio de Altamira, además de las murallas de la ciudad, y la Torre de la Calahorra, entre otras muchas. Seguiremos hacia Aspe, Novelda, Monóvar, Elda, Petrer y Sax para contemplar los castillos que custodiaban estas localidades para ir posteriormente a Villena, donde destaca el imponente Castillo de Villena (el más grande de las construcciones de la ruta por el Vinalopó con su Castillo de Atalaya) y el Castillo de Salvatierra. A continuación, nos dirigiremos al Castillo de Biar (s. XII), que cobró importancia en la época de Jaume I al quedar situado en la frontera según el Tratado de Almizra (según el cual en 1244 la Corona de Aragón y la Corona de Castilla firmaron la paz y establecieron los límites del Reino de Valencia). De Biar proseguimos hacia Camp de Mirra, Beneixama, Banyeres de Mariola y Castalla; todas ellas, con magníficas muestras de arquitectura militar medieval y renacentista. Podemos completar el recorrido visitando Alicante, donde también podremos contemplar el castillo medieval de Santa Bárbara, Nova Tabarca (un islote con una reserva marina protegida), el Museo Arqueológico de la ciudad y otros puntos de interés.
Una información práctica: al hacer ruta por estos municipios no debería costar demasiado aparcar el coche, pues se trata de pequeños pueblos y con poca afluencia de visitantes. Quizás donde podamos tener más problemas es en Elche y en Alicante, dos poblaciones mayores con varios atractivos turísticos; por ello, recomendamos estacionar en los parkings Saba de Elche y de Alicante, situados en los principales enclaves de la ciudad.
Ruta por el interior de Murcia: los barrancos de Gebas y el embalse de Algeciras
Empezamos esta ruta proponiendo una visita a Murcia. Su patrimonio cultural e histórico, con múltiples recorridos para descubrir los vestigios medievales que alberga, su reconocida gastronomía y gran oferta de ocio son algunos de los atractivos de esta ciudad milenaria. Para evitar los clásicos problemas de aparcamiento de los grandes núcleos urbanos es preferible aparcar en un parking público. Pero, además de visitar la capital de esta comunidad autónoma, en este recorrido nos adentraremos en su interior y descubriremos las increíbles sorpresas que esconde al visitante. Una de ellas son los barrancos de Gebas y el embalse de Algeciras, un espectáculo de la naturaleza poco conocido por los forasteros pero sí por los cercanos vecinos murcianos. De aspecto árido y desértico como si de la Luna se tratara, los barrancos de Gebas ofrecen un escenario de película con sus colores, formas y marcados contrastes. Situados en el centro de la región de Murcia, entre Alhama de Murcia y Librilla, son una sucesión de laderas escarpadas que bien pueden recordar a la Capadocia turca pero, a diferencia de esta, se entremezclan con las aguas turquesas del embalse de Algeciras. A pesar de su apariencia esteparia e inhóspita, el paraje acoge una interesante flora y fauna adaptadas a estas indómitas condiciones y en 1995 fue declarado Paisaje Protegido.
A tan solo 40 minutos en coche se encuentra el bosque de Sierra Espuña, un oasis en el corazón yermo de Murcia que contrasta con el paisaje árido del barranco de Gebas. Aquí podemos subir hasta el Morrón de Totana, la cumbre más alta de esta sierra con 1.583 metros, o ir hasta el Mirador del Collado Bermejo para deleitarnos con las magníficas vistas de la zona. Seguidamente, proponemos una breve parada en la basílica de Santa Eulalia de Mérida para finalizar la ruta en Aledo, una bella población fortificada situada en lo alto de una colina que ofrece otra fantástica panorámica del pueblo, la sierra y la comarca.
Esperamos que estas rutas hayan despertado tu curiosidad si este otoño te apetece conducir y descubrir nuevos lugares al volante. Y, recuerda, siempre que hagas ruta en coche, intenta hacer una conducción preventiva, evitar carreteras peligrosas y aplicar algunos trucos para hacer tu viaje más sostenible.