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Italia no necesita presentación. Cuna del Imperio Romano, del Renacimiento y del Barroco, rebosa arte, música, arquitectura, gastronomía y tradiciones milenarias por doquier. Si, a sus espléndidas joyas artísticas y culturales, le sumamos una naturaleza que enamora gracias a los paisajes que nos regalan los Apeninos, los grandes lagos del norte, la llanura véneta y el sinuoso valle de Orcia en la Toscana, cuesta mucho resistirse a hacer una ruta por Italia en coche. En este artículo de Wikidriver te propondremos cinco recorridos por carretera por el norte de este increíble país y te daremos tips para hacer un road trip seguro y sostenible.
Turín, Milán y lagos de Como y Lecco (Piamonte y Lombardía)
La primera propuesta para recorrer Italia en coche consiste en visitar la Lombardía, una región de fuertes contrastes: de los escarpados Alpes a llanas praderas, de grandes ciudades bulliciosas y repletas de joyas artísticas a pueblecitos tranquilos con mucha historia a sus espaldas. La Lombardía destaca también por ser la región italiana con más lagos, ya que alberga más de 15 en todo su territorio. Por ello, en esta ruta propondremos una combinación de turismo urbano (Turín y Milán) con la visita a los espléndidos lagos de Como y Lecco.
Turín marca el inicio de esta ruta y, tras recorrer los grandes lugares de interés arquitectónico e histórico de la ciudad (residencias reales, museos, numerosos castillos medievales, plazas e iglesias), nos dirigiremos a la elegante y chic Milán. Además de admirar el majestuoso Duomo y las galerías Vittorio Emanuele, también merecen una visita el Castello Sforzesco y los Navigli (canales de la ciudad), entre otros. Aparcar en Milán puede ser complicado, así que puedes optar por dejar tu coche en un parking público. A partir de aquí, dejamos atrás el turismo urbano para sumergirnos en las maravillas de la naturaleza lombarda y sus preciosos lagos: Como y Lecco nos esperan.
Como, tercer lago italiano por su vasta extensión, es un escenario idílico de aguas zafiro y turquesas a los pies de los pre Alpes. No es de extrañar, pues, que haga siglos que atraiga a artistas, poetas y personajes ilustres de todo el mundo. Además de disfrutar de sus vistas, en el sur del lago podremos visitar la catedral, la basílica de Sant’Abbondio y coger el Funicular Brunate. A medida que subimos por la orilla oeste y en la parte central del lago destacan elegantísimas villas con refinados jardines y fuentes, testimonios de la opulencia y riqueza de las grandes familias lombardas de los siglos pasados. En Bellaggio, el lago Como se une con el de Lecco, más pequeño, pero de igual belleza. Finalizaremos aquí la ruta visitando numerosas piazze, basílicas, villas y las ruinas de las antiguas murallas de la ciudad.
Verona y el lago de Garda (Véneto)
Verona, la mayor ciudad véneta después de Venecia, es también una de las más prósperas y cosmopolitas de Italia. Conocida mundialmente por ser la ciudad de Romeo y Julieta y por su espléndida Arena, el colosal anfiteatro del s.I d.C., está repleta de extraordinarios restos romanos, palazzi medievales construidos con la piedra roja típica de la zona, innumerables plazas e iglesias. Además, Verona es una fantástica base desde done descubrir las maravillas que le rodean, como el conocidísimo lago de Garda, el más grande de Italia, las altas montañas alpinas, los viñedos y los castillos esparcidos en toda la región.
Empezaremos la ruta visitando Verona. Un consejo: intentar aparcar en el centro puede ser bastante difícil, por lo que te recomendamos utilizar un parking público Saba y no perder el tiempo dando vueltas. Posteriormente, cogeremos el coche en dirección al Parque Jardín Sigurtà, un oasis de flores, árboles, plantas, colores y perfumes de más de 560.000 metros cuadrados. Después de la visita a este excelente jardín botánico, iremos al lago de Garda. Además de admirarlo desde cualquiera de sus orillas, os proponemos varias paradas a su alrededor. La primera es las Grotas de Catulo, una impresionante villa del s.I a.C. construida en el extremo de la península de Sirminione con unas vistas de ensueño sobre el lago. Considerada residencia del poeta Catulo (de aquí el nombre), es el mejor ejemplo de arquitectura romana en el norte de Italia. También en Sirmione visitaremos el castillo del siglo XIII de Rocca Scaligera, para a continuación seguir hacia la monumental Villa Romana en Desenzano y la preciosa Isla de Garda, que alberga un monasterio y lujosos jardines. Otras villas y espacios naturales alrededor del lago que merece visitar son el Vittoriale, el jardín botánico Hruska Gardone Riviera, la Torri del Benaco, un pueblecito medieval que destaca por el castillo Scagliero, y el castillo de Arco, en el extremo más septentrional del lago. Los amantes de la diversión y las emociones fuertes también tienen aquí una cita en el parco de atracciones Gardaland, situado al sur del lago.
La llanura véneta y las colinas euganeas (Véneto)
Sin lugar a dudas, la joya de la corona del Veneto es Venecia. Ciudad incomparable en el mundo, atrae cada año a millones de turistas y la belleza de sus canales, piazze y palazzi cautiva hasta al visitante más escéptico. Sin embargo, además de la parada obligatoria que exige la Serenissima, la llanura véneta ofrece incontables pueblecitos medievales coronados por ciudadelas y castillos del siglo XIV con los Alpes como telón de fondo; hablamos de Padua, Treviso y Vicenza, entre otros. También en el Véneto encontramos las Colinas Euganeas, un grupo de montañas de origen volcánico al sur-oeste de Padua.
Empezaremos el recorrido en Venecia, donde, además de recorrer el centro histórico, recomendamos la visita a las preciosas islas de Murano y Burano. Evidentemente, si el tráfico marítimo está fuertemente regulado en la laguna, el terrestre en la ciudad es casi imposible. Por ello, recomendamos estacionar fuera de la laguna, como en el aparcamientos Saba en en Mestre. Proseguiremos hasta Treviso, pequeña ciudad medieval que destaca por sus palazzi decorados con frescos, amplias plazas, pórticos y tranquilos canales por donde corren las aguas del río Sile. Continuaremos recorriendo el canal del río Brenta, entre Padua y la laguna veneciana, para admirar las espléndidas villas que se contruyeron en sus márgenes en los siglos XVI y XVIII. Podemos detenernos en Villa Foscari, en Malcontenta, Villa Widmann-Foscari, en Mira y Villa Pisani, en Stra. La siguiente parada es Padua, una deliciosa ciudad medieval que destaca por su arquitectura (iglesia de Sant’Antonio, -uno de los centros de peregrinación más populares de Italia- Prato della Valle, Palazzo della Ragione, Piazza dei Signori y la Specola, entre otros), sus canales y joyas artísticas, como la Capilla degli Scrovegni de Giotto y los Museos Eremitanos.
Padua también se caracteriza por ser una ciudad universitaria ilustre, ya que su universidad es una de las más antiguas del mundo y la segunda de Italia (data de 1222), y en ella enseñaron profesores tan destacados como Galileo Galilei o Copérnico. Seguiremos la ruta por el Véneto hacia las colinas eugáneas, antiguos volcanes extintos que albergan deliciosos paisajes repletos de viñedos, restos arqueológicos y lugares termales donde reposarse. Para finalizar, iremos a Vicenza, magnífica ciudad conocida por las numerosas obras arquitectónicas de su ciudadano más destacado, el arquitecto Andrea Palladio, como el Teatro Olimpico. Además del legado palladiano, en Vicenza pueden admirarse un gran número de monumentos romanos y renacentistas, además de elegantes villas ajardinadas.
Los Dolomitas, Belluno y la ruta del vino (Véneto)
Para explorar el Véneto no tanto desde un punto de vista urbano, sino explorando su naturaleza os proponemos otra ruta. Así, este recorrido combina el turismo natural en los magníficos Dolomitas, un paraíso para los amantes del senderismo, la escalada y el esquí, con el enoturismo por la hermosa llanura véneta a través de la Ruta de los Vinos del Piave y la Ruta del Prosecco. Ambas zonas fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad de la Unesco por su increíble belleza y es que las maravillas que atesoran bien merecen este título.
Empezamos el recorrido en los Dolomitas belluneses (pertenecientes a la provincia de Belluno), una sección de los Alpes en el norte del Véneto que se extiende desde el río Adige al oeste hasta el río Piave al este. Esta majestuosa cordillera es uno de los conjuntos montañosos más admirados del mundo y cuenta con cimas que superan los 3.000 metros, como la famosa Marmolada, las Tres Cimas de Lavaredo y la Civetta. En esta zona podremos practicar todo tipo de deportes de montaña y seguir múltiples itinerarios de senderismo de dificultad variable. A menos de dos horas de coche los apasionados del esquí también podrán deleitarse en la más famosa de las estaciones de esquí italianas: Cortina d’Ampezzo.
Tras disfrutar del precioso entorno de los Dolomitas, proseguiremos la ruta por la región visitando Belluno, localidad conocida como la «pequeña Venecia de las montañas» enclavada en un entorno de postal. A continuación, descenderemos hasta Valdobbiadene, donde empieza la Ruta del Prosecco, el famoso vino blanco típico de esta región, hasta Conegliano. Tras disfrutar de su castillo medieval y centro histórico, además de unas impagables vistas de la llanura véneta, en este punto iniciaremos la Ruta de Vinos del Piave, que recorre el curso del río Piave y nos muestra los exuberantes viñedos de la región, con variedades como el Raboso, el Merlot y el Cabernet. Seguiremos hasta Oderzo y terminaremos la ruta en Roncade.
Ruta al val d’Orcia (Toscana)
Un viaje a la Toscana en coche es otra magnífica propuesta si se quiere visitar Italia al volante. En el centro de esta región y a 50 kilómetros al sur de Siena se encuentra el bellísimo val d’Orcia, con hermosas lomas de un verde intenso, colinas onduladas y sinuosos caminos custodiados por cipreses y viñedos. A este bucólico paisaje hay que añadirle numerosos pueblos medievales llenos de encanto, como Volterra, San Gimignano, Montalcino, Montepulciano o Pienza, y ciudades que rebosan historia y arte, como Florencia, Pisa, Lucca y Siena.
Para empezar la ruta os proponemos ir hasta Pisa y visitar su icónica torre inclinada; si no queréis preocuparos buscando aparcamiento (el centro suele tener pocas plazas disponibles), os sugerimos dejar el coche en uno de los parkings públicos de la ciudad. Posteriormente, seguiremos hacia Lucca y Volterra, dónde podréis pasear por sus hermosas piazze, museos y numerosas villas con amplios jardines. A continuación, la ruta sigue hacia San Gimignano y Monterrigioni, dos pueblecitos encantadores que parecen detenidos en la Edad Media, y la admirada Siena, famosa mundialmente por su Pallio (carrera de caballos de origen medieval). De Siena continuamos hasta Montalcino, la hermosa Abadía de Sant’Animo y Bagno Vignoni, famosa por sus aguas sulfurosas.
Continuaremos visitando Montepulciano, otro de los incontables pueblecitos medievales que enamoran, Castellina in Chianti y Radda in Chianti, donde podréis disfrutar de unas maravillosas vistas sobre las viñas y degustar el vino Chianti clásico de esta región. Para terminar, visita a Voltaia y los restos de castillo que aún hoy pueden admirarse y la inigualable Florencia, un museo al aire libre con innumerables joyas artísticas: la Catedral de Santa Maria del Fiore, con la Cúpula de Brunelleschi, el Campanario de Giotto y el Baptisterio, la Galleria degli Uffizi, el Palazzo Vecchio y la Piazza della Signoria, y el admiradísimo Ponte Vecchio, con sus singulares casas coloridas colgando sobre el río Arno.
Resumiendo, en este artículo te hemos propuesto cinco rutas en coche que combinan turismo urbano, natural, enogastronómico y artístico por el norte de Italia. Así que, si ya te conoces las rutas por España en coche y la dolce vita te llama, solo tienes que escoger el destino que más te atraiga y deleitarte con las maravillas del Belpaese.