Desplazarse por trabajo u ocio en coche es, a priori, la forma más económica y cómoda de viajar. Y es que, a parte del bajo coste de moverte en coche comparado con otros medios de transporte, la libertad que te proporciona (sin apenas horarios a los que ceñirse y con una mayor variedad de rutas) hacen que sea la opción preferida de muchos para realizar un viaje largo. Incluso conociendo el confort y la facilidad de conducir, es importante que antes de emprender un viaje de larga duración revisemos nuestro vehículo para evitar cualquier contratiempo durante el trayecto.
Además de las recomendaciones del fabricante, es importante revisar los elementos más importantes de nuestro coche de forma periódica. Es aconsejable hacerlo para evitar cualquier incidente y que los desplazamientos no supongan un coste elevado en el vehículo.
Desde Wikidriver destacamos la importancia de revisar:
Los neumáticos: Son probablemente el elemento más importante y tenemos que asegurarnos de que están en perfecto estado antes de emprender nuestro viaje por carretera. Debemos prestar especial atención al dibujo del neumático y a la presión del aire.
Del dibujo del neumático tendremos que vigilar su desgaste y asegurarnos de que no es inferior a 1,6 mm de profundidad (aunque lo recomendable es que supere los 2 milímetros). El truco de la moneda es una forma segura y eficaz de comprobarlo: usando una moneda de 1 euro, confirma que el dibujo cubre la parte dorada del borde de la moneda. Para conseguir una mayor exactitud, puedes utilizar un calibre o puedes mirar los testigos o pelos de caucho.
Para comprobar la presión del aire, será necesario seguir las instrucciones del fabricante. Así pues, cuando los neumáticos estén fríos, revisa que no haya bultos, cortes o golpes. Recuerda que es importante que la rueda de recambio tenga medio kilo extra e igualmente, si tu idea es llevar mucho peso en el vehículo, deberías añadir 200 gramos adicionales a las ruedas delanteras y traseras del coche.
Los frenos: Se les considera el segundo componente activo de seguridad en importancia, por lo que son una de las partes básicas a revisar antes de un viaje largo ya que no queremos quedarnos sin frenos. Someterlos a examen es muy simple: que no se note fricción metálica al pisar el pedal del freno. Si la hay, posiblemente sea debido al desgaste de pastillas o la falta de líquido.
El aceite: será imprescindible asegurarnos de que el nivel del aceite es el adecuado para que pueda hacer su función de engrasar y limpiar el motor. Para medir el nivel de aceite, usaremos la varilla de medición y la introduciremos hasta el fondo del depósito. Al retirar la varilla deberemos observar si la mancha de aceite se encuentra entre las muescas. Además de medir el estado del aceite, tendrás que valorar si es necesario cambiarlo o si no hará falta hacerlo. Deberás hacerlo si has hecho los kilómetros máximos del periodo de validez del fabricante.
Las luces: especialmente si tienes pensado conducir de noche o en horas de baja visibilidad, las luces son un elemento esencial que habrá que revisar. Será necesario comprobar que funcionen y que los cristales estén limpios y en buenas condiciones. Es recomendable tener bombillas y fusibles de recambio por si las luces se funden en medio del trayecto.
Otro elemento que te aconsejamos revisar antes de emprender tu viaje es tu documentación: que esté en regla, sea válida y que esté guardada en un lugar accesible. Es también recomendable llevar un par de chalecos reflectantes, cadenas (sobre todo si conduces en invierno) y un pequeño botiquín de urgencia.
Siempre es necesario comprobar que todos los elementos estén en perfecto estado. No obstante, si cuidas bien tu coche, bastará con una simple revisión de 15 minutos para asegurarte de que tu vehículo está se encuentra en óptimas condiciones para emprender un largo viaje.