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En el mundo de la automoción, la sostenibilidad no pasa solo por potenciar el coche eléctrico y reutilizar piezas de vehículos en desuso, sino también por fabricar automóviles con materiales ecológicos que no contaminen el medioambiente. Lo saben bien en Volkswagen, quien, como otras marcas del sector, ha decidido apostar por la fabricación de coches sostenibles utilizando cáñamo industrial para equipar el interior de sus vehículos. Para lograrlo, la marca alemana ha unido fuerzas con Revoltech GmbH, una “start-up” alemana dedicada a producir materiales ecológicos a partir de recursos naturales.
En este artículo de Wikidriver te contaremos todas las características de este innovador material, cómo se obtiene y las posibilidades que ofrece para fabricar vehículos de forma innovadora y ecológica en el sector automotriz.
Alfombrillas fabricadas con redes de pesca recuperadas, consolas y salpicaderos producidos con bioplásticos, e interiores diseñados a base, incluso, de hongos como el micelio. Carreteras sostenibles construidas con bioasfalto, grafeno, polvo de neumático o plástico reciclado. No, no estamos imaginando escenarios futuros del mundo automotriz, sino describiendo un presente bien real. Desde hace unos años, grandes marcas del sector como Ford, Toyota, Citröen, Kia, Hyundai o Volkswagen están investigando, desarrollando y aplicando nuevos materiales como el bioplástico, el biopoliuretano, el plástico reciclado o las fibras de cáñamo para producir vehículos sin que ello tenga un coste para el planeta.
En Volkswagen apuestan con fuerza por la piel de cáñamo industrial, un material que la compañía podría empezar a utilizar en la fabricación de sus vehículos a partir de 2028.
¿Qué es el cáñamo industrial y por qué es una alternativa sostenible en la automoción?
El cáñamo industrial es un material natural y 100% biológico que Volkswagen está desarrollando junto a la start-up Revoltech GmbH, una firma germana dedicada a producir materiales 100 % sostenibles a partir de los recursos naturales del planeta.
Por ello, ambas compañías han creado sinergias para fabricar un material LOVR (cuyas siglas, traducidas del inglés, significan sin cuero, sin aceite, vegano y basado en residuos) y lograr un cuero 100 % biológico. Volkswagen y Revoltech GmbH buscan, así, desarrollar soluciones creativas y sostenibles que tengan el mínimo impacto en el medio ambiente y contribuyan a dibujar un futuro más ecológico. ¿Y cómo lo hacen? Pues utilizan los residuos de la industria del cáñamo que ya no se aprovechan y los combinan con un adhesivo completamente biológico mediante una tecnología especial; posteriormente, procesan las fibras de cáñamo para convertirlas en un material de superficie monocapa y lo aplican al interior de vehículos.
Con esta colaboración, Revoltech amplía sus sectores de actividad (su material LOVR no solo tiene aplicaciones en la industria del mueble y de la moda, sino ahora también en la automotriz) y Volkswagen aprovecha el know-how de una compañía especializada en generar materiales sostenibles para equipar sus automóviles; un win-win en toda regla.
Ventajas del cáñamo en la fabricación de automóviles sostenibles
Este innovador material es muy atractivo y pronto podría sustituir al cuero convencional que se usa en el habitáculo de los vehículos.
Veamos las numerosas ventajas que presenta:
- Material 100 % circular: el cáñamo industrial procede de residuos de campos de cáñamo 100 % biológicos (es decir, de cultivos locales y sostenibles) y, una vez utilizado para fabricar el interior de vehículos, puede reciclarse o transformarse en abono. De este modo, se reutiliza y su ciclo de vida se alarga.
- Nula huella ambiental y almacenamiento de carbono: el LOVR no genera ningún tipo de impacto medioambiental porque no se produce de cero industrialmente, sino que en su fabricación se aprovechan residuos de la industria del cáñamo. Además, una hectárea de cáñamo captura de 9 a 15 toneladas de CO2, cantidad similar a la que absorbe un bosque joven, pero el cáñamo solo tarda cinco meses en crecer.
- Reaprovechamiento de plantas industriales existentes: para fabricar este innovador material no hace falta construir infraestructuras específicas, sino que se aprovechan los centros de producción ya existentes. Esto, a su vez, permite una rápida escalabilidad.
- Aplicable a otros sectores de transporte: además de usarse en el transporte terrestre, el cáñamo industrial también se aplica al transporte aéreo y aeroespacial.
El uso del cáñamo en la industria automotriz, una tendencia que viene de lejos
Quizás nos parezca que el uso del cáñamo industrial para fabricar vehículos es una práctica novedosa, pero lo cierto es que nada más lejos de la realidad: en los años 40 Henry Ford construyó un prototipo de coche con un plástico elaborado a base de fibras de cáñamo, soja, lino y ortiga. Ford decidió combinar su pasado como agricultor con su visión futurista en la industria automotriz para construir un automóvil que no dejó a nadie indiferente: el Soybean car (coche de semillas de soja) –llamado más tarde Hemp car (coche de cáñamo). Se trataba de un vehículo ligero (pesaba 907 kg, la mitad de lo que pesaban los vehículos de la época), altamente resistente (según los cálculos de Ford, era más fuerte que el acero) y, sobre todo, ecológico.
Criado en un entorno rural, el exitoso empresario creía firmemente que el campo podía proporcionar una gran cantidad de materiales y combustibles para la industria automotriz, de modo que no solo patentó el innovador automóvil, sino que también investigó y desarrolló un biocombustible elaborado con semillas de cáñamo: el etanol de cáñamo. Ford presentó la patente del Hemp car en 1940 y dos años más tarde recibió la autorización para poder producir el coche, pero la evolución de la Segunda Guerra Mundial suspendió la producción automovilística en EE.UU. y el proyecto cayó en el olvido.
¿Qué posibilidades abre el uso de materiales sostenibles aplicados a la automoción?
A pesar de que Ford no pudo llegar a fabricar su avanzado coche con carrocería de cáñamo y otras plantas, sin saberlo estableció un importante precedente: los materiales y combustibles vegetales pueden aplicarse a la industria de la automoción y abren un amplio abanico de posibilidades.
Más de 80 años más tarde, el sector ha recuperado la idea de aquel visionario norteamericano y todo apunta a que podría utilizarse a gran escala en los próximos años.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que el uso de materiales sostenibles aplicados a la automoción permite desarrollar esta industria sin contaminar y aprovechar recursos naturales que no generan impacto ambiental. Además, la producción sostenible también abre una magnífica ventana de oportunidad para muchas empresas del sector, ya que liderar el diseño de soluciones innovadoras, creativas y ecológicas que ahorren recursos puede dar una ventaja competitiva a una marca respecto a la competencia y convertirla en un modelo a seguir.
A continuación, un par de apuntes interesantes sobre la industria del cáñamo: en Europa, Francia es el mayor productor de esta planta (más del 60 % de la producción de la UE), seguido de Alemania (17 %) y de los Países Bajos (5 %), y en los últimos años su cultivo ha aumentado notablemente (un 60 %). Considerando que Francia es el segundo país europeo en la fabricación de vehículos, veremos que tiene un enorme potencial para liderar la fabricación de coches elaborados con fibras de cáñamo y establecer un nuevo paradigma productivo en la industria automotriz del Viejo Continente. Para concluir, en este artículo hemos analizado la aplicación del cáñamo en coches, que compañías están investigando y desarrollando este prometedor material y qué impacto podría tener en el sector automovilístico en los próximos años. Si bien aún queda camino por recorrer en el campo de los biomateriales, lo cierto es que el cáñamo industrial abre interesantísimas posibilidades y no es tan descabellado pensar que el anhelado Hemp car de Ford pueda ser una realidad en un futuro no muy lejano.