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Desde principios de abril, cuando circulemos en vías urbanas e interurbanas puede que advirtamos unos nuevos pictogramas que llamen nuestra atención: son las señales que la DGT ha empezado a instalar en varios puntos de la geografía española para que la ciudadanía identifique la ubicación y las principales características de los puntos de recarga eléctricos. En este artículo de Wikidriver te explicaremos cuáles son para que te familiarices con ellas y sepas qué significan.
El pasado 7 de abril, la DGT presentó cuatro nuevas señales de tráfico: tres referentes a la presencia de estaciones de recarga eléctricas y otra específica para referirse a los vehículos de baterías, en la línea de la señalización existente en otros países de la Unión Europea en materia de movilidad eléctrica. A pesar de que en las carreteras y ciudades españolas ya hace años que encontramos puntos de recarga eléctrica, estos debían ser señalizados e incorporados al catálogo oficial de señales de circulación, según indicó el director del organismo de Tráfico.
Según la nueva normativa, esta nueva señalización ya está en vigor, pero no se aplicará de forma inmediata, sino que se irá instalando progresivamente a medida que las señales sean renovadas en base a su estado de conservación.
Concretamente, los nuevos pictogramas son los siguientes:
Surtidor de carburante y estación de recarga eléctrica
Indica la situación de un surtidor o estación de servicio de carburantes fósiles y la de una estación de recarga eléctrica
Estación de recarga eléctrica
Indica la situación de una estación de recarga eléctrica
Surtidor de carburante, GLP y estación de recarga eléctrica
Indica la situación de un surtidor o estación de servicio de carburantes con disponibilidad de gas licuado de petróleo (GLP) o autogas y estación de recarga eléctrica
Señalización de vehículo eléctrico
Impulso a la red de estaciones de recarga eléctrica
Un concepto central de la movilidad eléctrica es el electrorepostaje, es decir la manera cómo se recarga un vehículo eléctrico. Muchos posibles compradores de automóviles y motocicletas de baterías se plantean si es fácil repostarlos y si la actual red de puntos de recarga es suficiente para satisfacer la demanda energética de dichos vehículos. Pues bien, recargar un automóvil o moto eléctrica es más fácil de lo que parece y no hace falta tener un profundo conocimiento en electricidad, sino unas nociones básicas de cómo funciona un vehículo eléctrico y cómo se reposta.
En cuanto a la cuestión de si el parque actual de estaciones de recarga en España es suficiente o sigue teniendo carencias, si bien es cierto que estamos lejos aún de los estándares europeos, en los últimos años se han ampliado sustancialmente los puntos de recarga eléctricos y actualmente España ya cuenta con una red de más de 5.000 estaciones de recarga públicas, situadas principalmente en grandes núcleos urbanos como Madrid, Barcelona o Valencia. El Plan MOVES de impulso a la movilidad eléctrica también está reforzando la infraestructura existente de puntos de suministro eléctrico en varias zonas del territorio y otorga subvenciones que cubren el 30 o 40% del coste total de la instalación de puntos de recarga tanto públicos como privados (por ejemplo, en los parkings de empresas que fomenten el uso de este tipo de vehículo no contaminante o en garajes comunitarios). Precisamente en torno a esta última cuestión, a finales de 2014 entró en vigor una normativa que obliga a que todas las viviendas de obra nueva tengan una preinstalación de puntos de recarga eléctricos en garajes comunitarios para facilitar su posterior instalación.
Por su parte, el sector privado también se ha puesto las pilas (y nunca más bien dicho) y las compañías eléctricas han prometido que en tres años habrá un poste de recarga rápida por cada 100 kilómetros en la red nacional de carreteras españolas. Igualmente, el consorcio IONITY (formado por marcas destacadas del sector automovilístico como BMW, Daimler, Ford y Volkswagen) ya ha instalado cerca de 400 estaciones de recarga rápida en autopista en toda Europa para satisfacer la demanda energética de los coches eléctricos que hagan largos viajes por el continente. Gracias a su potencia de hasta 350 kW, estas electrolineras permiten recargar las baterías de los vehículos en tiempo récord y aseguran el electrorepostaje en recorridos de largas distancias.
Además de las recargas interurbanas, para recargar un vehículo eléctrico en la ciudad disponemos de varias opciones: desde aparcamientos públicos como los de Saba (que ofrecen la posibilidad de electrorepostar cómodamente en uno de sus 230 puntos de recarga repartidos por varias ciudades de España), pasando por algunos centros comerciales, hoteles y restaurantes, además de las ya citadas estaciones de recarga públicas.