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Muchas personas procrastinan. A menudo, tienen la mala costumbre de apurar hasta el último minuto. En algunos casos, les sale bien la jugada. En otros, no. Cuando viajan en coche, por ejemplo.
¿Cuántas veces el testigo luminoso de tu vehículo te ha avisado de que el depósito de combustible se estaba quedando sin gasolina o diésel? ¿Cuántas veces has tenido que viajar con el depósito en reserva, cruzando los dedos para que no te quedases parado en medio de la carretera?
¿Es malo circular con el depósito en reserva?
La respuesta es sí. No solo es malo para ti y para tu vehículo, sino también para la seguridad de todo el resto de los usuarios de la vía pública. Puedes verte involucrado en una serie de problemáticas. En este artículo de Wikidriver te las explicamos en detalle para que puedas enfrentarte a ellas de la mejor manera posible.
Riesgo de sufrir una avería
El primer problema al que puedes enfrentarte es que tu coche sufra una avería. ¿Por qué? La bomba, que es el elemento que se encarga de succionar el combustible y transportarlo a los cilindros a través del circuito del motor, necesita la suficiente cantidad de carburante para realizar esta operación. Al estar el depósito de combustible en reserva, la bomba deberá realizar un esfuerzo elevado y correrá el riesgo de enfriarse debido a que el combustible no conseguirá lubricarla y enfriarla suficientemente. ¿El resultado? La bomba puede quemarse y tu coche puede averiarse, dejándote tirado en medio de la nada. Lo que deberás hacer será aparcar en un lugar cercano, fuera de la calzada, llamar a una compañía de remolque lo antes posible o dirigirte a pie a la gasolinera más cercana.
Daños al motor
Otro tipo de avería a la que puede enfrentarse tu vehículo está relacionada con las impurezas que tienen el diésel y la gasolina (en este artículo te explicamos las diferencias de consumo de un coche diésel y gasolina). Estas se concentran en el fondo del depósito de combustible del coche y pueden llegar a quemarse debido al aumento de oxígeno en el tanque cuando el vehículo viaja en reserva. Además, también puede verificarse una obstrucción de uno o más inyectores del motor. En este caso, te encontrarías frente a una de las averías más caras, ya que arreglar un inyector dañado puede suponer un coste de 2.000€.
Riesgo de multas
Como has leído, tu vehículo podría sufrir una avería al viajar con el depósito de gasolina o diésel en reserva. Si eso sucede, podrías enfrentarte a multas. ¿Cuáles? Cuando te das cuenta de que tu coche empieza a dar tirones, es necesario que actives las luces de emergencia y salgas de la calzada. Si no lo haces, puede que te multen con un máximo de 200€. Además, si no adviertes de la avería al resto de conductores y no colocas los triángulos de señalización, pueden multarte con 80€. Por último, pese a que la infracción no está recogida en el Reglamento General de Circulación, te podrían multar con 200 euros por conducción negligente si te quedas sin gasolina y sufres una avería. Como ves, corres el riesgo de enfrentarte a estas y a más multas. Por lo tanto, actúa con prudencia y sigue las normas.
¿Cuántos kilómetros puedes hacer con el depósito en reserva?
Si en algún momento te pasa esto de viajar con el depósito en reserva, debes saber cuántos kilómetros puedes llegar a hacer. No hay un número preciso, ya que depende de cada vehículo, de su peso, de su motor, de la carga que lleva, del terreno en el que viaja, del viento o de los dispositivos que se estén utilizando. Sin embargo, los coches suelen ofrecer una autonomía con el depósito de combustible en reserva de entre 50 y 120 km.
En definitiva, como has podido constatar, es perjudicial circular con el depósito en reserva. Corres el riesgo de estropear tu vehículo, quemar el depósito y el motor, obstruir los inyectores y pagar un alto coste de reparación, además de enfrentarte a posibles multas. Para hacer frente a todas estas problemáticas ya sabes qué hacer: controlar el estado de tu depósito de combustible antes de emprender un viaje en coche. Te ahorrarás tiempo, dinero y el estrés que conlleva quedarte parado en la carretera.