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En un momento en que los precios del combustible en Europa están por las nubes y la normativa comunitaria sigue endureciéndose para disminuir los niveles de contaminación ambiental, las fuentes de combustible de origen no fósil se perfilan como una excelente alternativa energética para el sector de la automoción. Las más conocidas son la electricidad y los motores híbridos a base de gasolina/diésel y electricidad, pero otras como los ecocombustibles, el hidrógeno verde o el autogas también ofrecen grandes posibilidades y ya se aplican a algunos vehículos. En este artículo de Wikidriver nos centraremos en el autogas, en cómo se obtiene y cuáles son sus principales beneficios.
¿Qué es el autogas?
Aunque a menudo se utiliza el término autogas como sinónimo de gas licuado de petróleo (GLP) o gas LP, en realidad se trata de conceptos distintos, ya que mientras el GLP tiene múltiples usos (industriales, domésticos, de transporte, etc.), el autogas o gasauto es el gas licuado de petróleo que en la actualidad se utiliza principalmente en automoción.
El autogas es un subproducto del petróleo que se obtiene de la mezcla de dos hidrocarburos principales: el propano y el butano, y otros en menor proporción. Se obtiene del proceso de destilación del petróleo o del gas natural (proceso en que se eleva la temperatura para llevar el crudo a distintos puntos de ebullición) en los pozos de extracción y se almacena en estado líquido a bajas presiones.
Contrariamente a lo que podríamos pensar, el autogas no es una fuente energética nueva, sino que su uso se remonta al siglo pasado. Concretamente, fue descubierto en el año 1900 y empleado como sustituto de la leña para alimentar calefacciones y hornos. En la actualidad se sigue utilizando como combustible doméstico, pero también en el sector del transporte, especialmente en el transporte urbano (taxis y autobuses, camiones de servicio y flotas privadas).
Si hablamos de cifras, se calcula que hoy en día más de 30 millones de vehículos en todo el mundo utilizan este carburante y más de 100.000 de ellos se encuentran en España, ya que en los últimos años el autogas ha experimentado un crecimiento significativo como alternativa a la gasolina en nuestro país.
¿Por qué empezar a utilizar autogas?
Entre las principales ventajas de este subproducto del petróleo, debemos enumerar las siguientes:
- Menor coste que otros carburantes: el principal atractivo del autogas es que es muy rentable a nivel económico, ya que el GLP cuesta la mitad que la gasolina y el diésel. Esto se debe a que actualmente en el mundo hay un excedente de este combustible y que la fiscalidad que se le aplica es relativamente baja.
- Energía verde: el gasauto se perfila como uno de los combustibles alternativos más respetuosos con el medio ambiente, puesto que emite menos partículas contaminantes a la atmósfera que otros carburantes (en particular, expulsa cerca de un 24 % menos de dióxido de carbono, un 85 % de óxido de nitrógeno y un 99 % menos de partículas). Por consiguiente, los vehículos que lo utilizan están catalogados con la etiqueta ECO de la DGT y pueden gozar de las numerosas ventajas de estos vehículos.
- Menor nivel de ruido: el uso de GLP permite reducir la contaminación acústica, en especial, en entornos urbanos. Hay que tener en cuenta que, según la OMS, el nivel de ruido para garantizar la salud y el bienestar no debería superar los 65 dB diurnos y los 55 dB nocturnos; de lo contrario, el exceso de ruido podría tener graves consecuencias para la salud.
- Menor desgaste de ciertos componentes del vehículo y, por ende, menor mantenimiento: los vehículos que circulan con este carburante sufren un menor desgaste de los cilindros y otros componentes, duplicando así la durabilidad del motor. Igualmente, el aceite del motor también dura más, ya que el gas es más limpio y deja menos restos carbonosos en el proceso de combustión. Por ende, el mantenimiento de los vehículos con autogas debe realizarse cada cada 40.000 kilómetros y, en caso de avería, el coste de la reparación es menor.
- Mayor autonomía: como los vehículos con autogas disponen de dos depósitos (el original y uno adicional para almacenar el gas), el conductor puede utilizar ambos carburantes de forma indistinta, de forma parecida a lo que sucede en los vehículos híbridos. La autonomía con gasauto se sitúa entre los 500 y 600 km, pudiendo llegar al doble (1.200 km) si utilizamos también gasolina. En consecuencia, se trata de un combustible muy indicado para los vehículos que realizan muchos kilómetros al día.
- Alto nivel de seguridad: como el resto de combustibles, el autogas es un carburante que cumple con la estricta normativa europea en materia de seguridad.
Sin embargo, el gasauto también tiene algunos inconvenientes, como los costes de amortización (que suelen amortizarse a los 50.000 km de vida aprox. del coche), menos capacidad de carga y mayor peso del vehículo debido a la instalación del segundo depósito, un poco menos de potencia en comparación con los motores de gasolina (un 5 % menos) y, el principal problema, una reducida red de puntos de recarga de GLP.
Principales diferencias entre el autogas y la gasolina o el diésel
Seguidamente, analizaremos los principales aspectos en que se diferencian el autogas de otros carburantes como la gasolina y el diésel:
- Nivel de emisiones: tal como hemos comentado en el apartado anterior, el autogas emite mucha menos contaminación que la gasolina y el diésel. Concretamente, reduce en un 15 % el CO2 respecto a los vehículos de gasolina y en un 10 % en comparación con los diésel, así como las emisiones de NOx (reducción de un 68 % y de un 96 %, respectivamente), de modo que mejora mucho la calidad del aire.
- Nivel de ruido: se calcula que este carburante disminuye en un 50 % el nivel de ruido que genera un automóvil, si lo comparamos con el que provocan los vehículos de gasóleo.
- Coste: el autogas es un combustible muy económico, ya que cuesta entre un 40 y 50 % menos que la gasolina o el diésel.
- Potencia: los vehículos que circulan con autogas son ligeramente menos potentes que aquellos que circulan con gasolina (en concreto, un 5 % menos).
- Menos capacidad de carga y mayor peso: al tener que instalar un segundo depósito en el coche, los vehículos con autogas disponen de menos capacidad en el maletero y pesan más.
¿Qué vehículos pueden circular con gasauto?
En la actualidad, los vehículos de gasolina son los más fáciles de adaptar para funcionar también con GLP. Sin embargo, de acuerdo con la normativa europea, solo se pueden transformar aquellos vehículos de gasolina matriculados desde el año 2001. Por su parte, los vehículos que funcionan con diésel también pueden ser adaptados, aunque en este caso el proceso de conversión es más complejo.
En relación al precio, el proceso de transformación de un coche de gasolina suele oscilar entre los 1.000 y los 2.000 euros, según el modelo y la cilindrada. En el caso de los vehículos diésel, el coste es un poco superior ya que el proceso es más complejo técnicamente; en consecuencia, solo suele llevarse a cabo en caso de vehículos industriales o de grandes flotas que recorren muchos kilómetros.
Además, hoy en día cada vez hay más marcas que incluyen modelos bifuel en sus gamas, es decir, vehículos con motores de gasolina que también están preparados para utilizar GLP. Es el caso de Fiat, Ford, Renault, Dacia, Jeep, Huyndai, SsamgYong o Subaru, por citar algunos.
Estaciones de servicio autogas
Si bien en los últimos años el número de estaciones de autogas ha ido aumentando, la escasez de puntos de recarga para este tipo de vehículos siguen siendo el principal freno a su popularización. Actualmente en España existen cerca de 800 estaciones de recarga, cifra que está muy lejos de los más de 11.500 electrolineras (puntos de recarga para vehículos eléctricos e híbridos) y las 12.084 gasolineras disponibles.
A modo de conclusión, en este artículo te hemos contado qué es el autogas, cómo se obtiene y cuáles sus principales ventajas e inconvenientes. En los últimos años, el gasauto ha experimentado un crecimiento significativo como alternativa a la gasolina y el diésel en nuestro país gracias, principalmente, a su menor coste y menor impacto medioambiental, pero hay varios aspectos a mejorar para que siga popularizándose y consolidándose como alternativa energética para todo tipo de vehículos. En los años venideros habrá que estar atentos a las previsibles mejoras que se introducirán (ampliación de la red de recarga de GLP, perfeccionamiento de las prestaciones técnicas de los vehículos, etc.) para confirmar que, efectivamente, estamos ante una fuente de combustible de futuro ecológica, eficiente y económica.