Contenidos
La gastronomía es un elemento central en cualquier cultura, pero en la española adquiere una especial relevancia. Las excelentes condiciones climáticas y orográficas de la Península, unidas a un cultivo de la tierra ancestral, a refinadas técnicas de elaboración y a la rica herencia de las culturas cristiana, judía y árabe, se traducen en una gran diversidad de productos de primera calidad: desde deliciosos quesos y embutidos, pasando por magníficos vinos y licores, sin olvidar los excelentes arroces, carnes, pescados y marisco, por citar solo algunos de los muchos productos que nos regalan la tierra y el mar en España. No es casual, pues, que en los últimos años el turismo gastronómico haya eclosionado en nuestro país y cada año más de 75 millones de personas lo visiten para saborear las exquisiteces de la cocina española. En este artículo de Wikidriver te propondremos cuatro deliciosas rutas gastronómicas por España en coche para que descubras nuevos sabores, costumbres y territorios, así que si a ti también te gusta el buen comer, ¡sigue leyendo y toma nota!
A continuación, te presentamos una selección de cuatro rutas gastronómicas por España con algunos de los rincones más hermosos de nuestro país y sus excelentes propuestas culinarias, incluyendo recomendaciones de los mejores restaurantes de cada región:
1. Ruta del arroz en la Comunidad Valenciana
Bajo en grasas saturadas y colesterol y rico en fibra, el arroz es uno de los alimentos más apreciados en todo el mundo desde el inicio de la civilización y un elemento clave en la cultura mediterránea. Tanto es así que uno de los platos de la cocina española más conocidos mundialmente es la paella valenciana. Sin embargo, además de este exquisito plato, existe una gran diversidad de arroces en todo el levante español, desde variantes de la clásica paella (de carne, de marisco, mixta, paella con espardenyes, etc.), hasta distintos tipos de arroces que incorporan carne, verduras o marisco, como el arròs a banda, arròs al forn (al horno) el rossejat o arròs seixat, el arroz negro, el arroz con langosta o bogavante, el arroz con pato y la olleta valenciana o alicantina, entre otros. Para que puedas degustarlos y juzgar tú mismo, te proponemos empezar la ruta en Castellón, saboreando algunas de las especialidades locales, como el arroz del senyoret (del señorito), el arroz con espardenyes y almejas, o el arròs de rape, sepia al forn (al horno) o el arroz con galeras, sepia del Grau de Castelló y coliflor en El Pinar, un magnífico restaurante de arroces en Alcossebre (a 40 minutos de Castellón de la Plana). Si aún nos queda un hueco para los postres, recomendamos probar dulces tan ricos como los flaons, la coca malfeta o de llanda y los rosegons. A continuación, en Valencia nos espera un auténtico festín con la paella valenciana (elaborada con arroz, productos de la huerta y conejo, la carne estrella de este plato) en restaurantes como Casa Carmela, La Pepica, Casa Isabel, Brasa de Mar o en Arribar, Panorama y el Restaurante Destino Puerto, estos tres últimos en la espléndida marina de Valencia. Si nos apetece algo dulce, la clásica (y riquísima) horchata con fartons o el panquemao serán una excelente elección. Finalmente, pondremos fin a nuestra ruta arrocera en Alicante para degustar el delicioso arròs a banda, arroz con caracoles o arròs amb crosta (costra) en restaurantes como el Granaíno (en Elche), Casa Julio o la Taberna del Mar y saborear postres tan apetitosos como los rollitos de anís, la coca boba o los buñuelos de calabaza.
2. Ruta marinera en el País Vasco
A caballo entre el mar y la montaña, entre los pescados y el marisco del Cantábrico y los productos de la tierra y cárnicos del interior, la cocina vasca se caracteriza por una infinidad de suculentos platos y vinos que vale la pena descubrir en una ruta gastronómica por sus principales ciudades. En esta, empezaremos en Bilbao y terminaremos en Hondarribia, centrándonos esencialmente en pueblos marineros, con alguna fugaz visita a localidades más del interior. Empezaremos en la capital de Vizcaya paseándonos por las Siete Calles o casco antiguo, degustando los icónicos pintxos (de todas las variedades, gustos y sabores) en una de sus múltiples tabernas y deleitándonos con especialidades como el besugo o las angulas a la bilbaína. Seguidamente, probaremos el delicioso txakoli en las bodegas de Bakio y Guernika, donde podremos observar cómo se elabora este peculiar vino con denominación de origen, y degustar los famosos pimientos de esta histórica localidad.
A continuación, visitaremos el litoral vasco recorriendo algunos de sus pueblos pesqueros más pintorescos, como Elantxobe, Ea, Lekeitio, Ondarroa, Deba, Zumaia, Getaria, Zarautz y la incomparable Donostia. Aquí los platos marineros ofrecen un auténtico festín para el paladar, con el marmitako, la merluza en salsa verde o el txangurro a la donostiarra, entre un largo etcétera. Si nos gusta la cocina de autor y hemos tenido la precaución de reservar con muchos meses de antelación, podremos degustar las exquisiteces de la alta gastronomía vasca en el restaurante Arzak (tres estrellas Michelín) o Amelia (dos estrellas), por citar dos de los más renombrados. Terminaremos la ruta en Astgarraga (con visita obligada al Museo de la Sidra y menú de sidrería a base de bacalao frito, tortilla de bacalao y chuletón a la brasa) y las hermosas Pasaia y Hondarribia, donde podemos concluir nuestro viaje gastronómico con otras especialidades vascas, como la porrusalda, los chipirones en su tinta o el bacalao al pilpil, además de excelentes postres (goxua, pantxineta e intxaursalsa).
3. Ruta del jamón ibérico en Extremadura
Otro de los productos que enamoran a medio mundo es, sin duda, el jamón ibérico de bellota, ese jamón casi cristalino cuyo delicioso aroma y sabor maravillan al primer bocado. La meca de este exquisito manjar es la región de Extremadura, donde la guía Ruta del Ibérico Dehesa de Extremadura divide el territorio en cuatro áreas para deleitarse con numerosas variedades de jamón y de productos derivados del ibérico, como la panceta, el lomo, el tocino y el salchichón, entre otros. El itinerario empieza en Plasencia y el norte de Extremadura degustando jamón en comercios gastronómicos especializados y maridándolo con los excelentes vinos de la zona, como el fino y la manzanilla o el vino tinto en establecimientos Jamones Ibéricos La Jurre (Piornal) y en Hábitat Cigüeña (Valverde del Fresno).
A continuación, seguimos hacia Cáceres, tierra de paisajes serranos con numerosos macizos e iglesias medievales, donde podremos observar el arte de cortar jamón de la mano de cortadores expertos en Casa Vínculo (Montánchez) y saborearlo en el restaurante 7 de sillerías (Trujillo). El sur de Badajoz es el punto fuerte del itinerario, ya que esta región concentra la mayor cantidad de dehesas y de establecimientos para degustar y comprar jamones, como en Ibéricos la Calera (Calera de León) y Jamón y Salud (Llerena) y magníficos restaurantes como El Rinconcillo (Monesterio) y la Posada la Cigüeña (Jerez de los Caballeros). Podemos completar nuestra ruta gastronómica con otras actividades relacionadas con este preciado producto, visitando secaderos en Fregenal de la Sierra o los interesantes Centro de Interpretación del Cerdo (Higuera del Real) y el Museo del Jamón (Monesterio), además de admirar el rico patrimonio histórico y cultural de la zona, con numerosas fortalezas-palacios templarios y otras joyas arquitectónicas esparcidas por Extremadura.
4. Ruta de la tapa en Andalucía
La tapa en España es como la pinta en Irlanda, la pizza en Italia o la musaka en Grecia: es decir, indisociables. Y es que, efectivamente, ir de tapas es una de las costumbres más arraigadas en nuestro país. Tanto es así que en 2018 la Real Academia de la Gastronomía Española inició los trámites para que fuese declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO y hasta existe un Día Mundial de la Tapa: cada tercer jueves del mes de junio. Para descubrir los mejores bares donde degustar una buena tapa acompañada de vino, cerveza o vermut, lo ideal es hacer una ruta por las ocho provincias andaluzas, cuna de esta tradición gastronómica nacida a principios de siglo XIX. Empezaremos en el restaurante Casa Antonio de Córdoba, donde podremos degustar excelentes tapas cordobesas como los flamenquines, el salmorejo, las berenjenas fritas o las croquetas de puchero. De Córdoba iremos a Jaén, donde las alcachofas rellenas de la Taberna Pilar del Arrabadalejo nos harán lamer los labios y, posteriormente, a Granada, ciudad reina de la tapa. Aquí no podrán faltar el jamón asado, la carne en salsa o las migas alpujarreñas, que también podremos saborear en la vecina Almería, junto a tapas de sabrosos quesos ahumados, ensaladilla rusa o aguja a la plancha en restaurantes como Casa Puga.
Proseguiremos la ruta hacia Málaga, donde nos esperan la clásica porra antequerana, los callos y los espetos de sardinas, uno de los platos más típicos de esta localidad y de la costa de Granada. Llegados a Cádiz, no podemos dejar de reservar mesa en uno de sus restaurantes más conocidos, el Faro de Cádiz, para deleitarnos con el pescaíto frito, las tortillas de camarones, las gambas al ajillo, el paté de cabracho o las suculentas papas aliñás. En Sevilla, las tapas de bacalao, los montaditos, la tortilla de patatas y los muchos tipos de chacinas harán las delicias de más de uno para, finalmente, dirigirnos a Huelva, punto final de nuestro recorrido en busca de las mejores tapas de Andalucía. Aquí las tapas de jamón ibérico, las berenjenas con jamón, la gamba blanca de Huelva y otras delicias del mar, como los tacos de corvina, los chocos y la ventresca de atún, pondrán el fin de fiesta a esta extensa (y suculenta) ruta gastronómica por el sur de la Península y nos dejarán un excelente sabor de boca.
Acabamos de proponerte cuatro rutas por España en coche para descubrir su rica gastronomía, pero es evidente que nos hemos dejado muchas otras en el tintero (la ruta del vino en la Rioja, la ruta del queso en Asturias, la ruta del marisco y los frutos del mar en Galicia, etc.) para otro artículo. Te decantes por la que te decantes, ten en cuenta que para disfrutar de la experiencia y aprovechar el tiempo al máximo vale la pena planificar el viaje, decidiendo el alojamiento, los restaurantes y los lugares que te gustaría visitar con antelación, y preparando tu coche, organizando tu maletero y siguiendo prácticos consejos para evitar mareos mientras circulas, especialmente si viajas con niños. No olvides dedicar un tiempo también a conocer las opciones de aparcamiento disponibles en tu destino para ir a tiro hecho y no perder tiempo dando vueltas con el coche. Por ello, te recomendamos dejar el vehículo en los varios aparcamientos Saba repartidos por España (como en Bilbao, Sevilla, Almería, Antequera, Cádiz, Córdoba o Castellón) y te centres en disfrutar de la magnífica experiencia gastronómica que nos regala la cocina de nuestro país.