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Cuando pensamos en un radar, solemos asociarlo a un dispositivo que mide el exceso de velocidad de los vehículos. Sin embargo, desde hace más de medio año en nuestro país también encontramos otro tipo de cinemómetros que no miden el exceso de velocidad, sino el de ruido: nos referimos a los radares medusa. Siguiendo el ejemplo de otros países europeos, la DGT también ha decidido apostar por estos mecanismos para limitar la contaminación acústica y concienciar a la población del impacto que el exceso de ruido tiene para la salud. En este artículo de Wikidriver te explicaremos en detalle en qué consisten los nuevos radares medusa de la DGT, cómo funcionan y dónde podemos encontrarlos en España.
Aunque parece invisible, la contaminación acústica está bien presente en la mayoría de grandes ciudades del mundo y tiene un terrible impacto en la salud humana: según datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), el exceso de ruido provoca 12.000 muertes prematuras y 48.000 nuevos casos de cardiopatía isquémica cada año, hecho que pone de manifiesto la magnitud del problema. Ante estos crudos datos, las autoridades de tráfico europeas (con países como Francia o Inglaterra a la cabeza y ahora también España) se han puesto manos a la obra para revertir esta situación y multar a aquellos vehículos que emitan más decibelios de los permitidos mediante los radares medusa o radares de ruido.
¿Qué son los radares medusa?
Llamados así por su parecido con el animal marino, se trata de radares compuestos por cinco micrófonos colgantes (como los tentáculos de una medusa) y una cámara de 360 grados. El objetivo de este tipo de radares es captar los ruidos de los vehículos que circulan por las calles y carreteras gracias a su sofisticada tecnología, que les permite detectar todo tipo de sonidos y realizar mediciones hasta diez veces por segundo. Concretamente, son capaces de detectar a aquellos vehículos que emiten más de 90 dB; es decir, aquellos que generan más contaminación acústica. Cabe recordar que, según la OMS, el nivel de ruido para garantizar la salud y el bienestar no debería superar los 65 dB diurnos y los 55 dB nocturnos; si la exposición supera los 85 dB, el organismo internacional para la salud pública indica que hay riesgo de pérdida auditiva crónica y si sobrepasa los 100 dB, riesgo de pérdida inmediata. De este modo, los radares de ruido pueden identificar a aquellos conductores que han realizado modificaciones en sus vehículos (eliminando silenciadores o incorporando resonadores en el sistema de escape) y que provocan contaminación acústica.
Funcionamiento de los radares medusa
Para detectar los vehículos que superen el límite sonoro legal, los radares medusa se sirven de dos instrumentos básicos: los micrófonos, que actúan como sonómetros (instrumentos que miden los sonidos) y una cámara fotográfica. Así, primero captan con precisión los decibelios que emite cada coche o motocicleta y, si detectan una irregularidad, utilizan una cámara de 360 grados para obtener una imagen del vehículo que está cometiendo la infracción.
La introducción de los radares medusa representa un importante avance a la hora de detectar y multar los vehículos que generan contaminación acústica, ya que hasta la fecha todas las mediciones sonoras eran realizadas por agentes de policía mediante un sonómetro de mano.
¿Dónde y cómo se instalarán los radares medusa en España?
Aunque tímidamente, hace algunos meses que los radares medusa han empezado a instalarse en nuestro país, sumándose así a la red de cinemómetros ya conocidos (radares fijos, de tramo, móviles, etc.). Concretamente, la DGT instaló un radar medusa en la C-31 a la altura de Barcelona, puesto que la capital catalana registra altos niveles de contaminación acústica. En el marco del plan para reducir la contaminación 2022-2030, el consistorio barcelonés anunció que haría una especial vigilancia de las motos y ciclomotores dado que estos vehículos pueden llegar a añadir picos de 5 y 10 dB al ruido de la ciudad, según sus informes.
En el resto del Estado, la DGT también irá implantando los radares medusa progresivamente; primero, a través de una fase piloto informativa para dar a conocer los dispositivos y concienciar a la ciudadanía, y más adelante, ya con medidas sancionadoras. A nivel europeo, los radares medusa ya hace algunos años que funcionan (especialmente en Francia y en el Reino Unido, aunque también en algunos estados de América del Norte) y conllevan multas que pueden ir desde los 135 euros en Francia hasta los más de 2.600 dólares en Nueva York en caso de sanciones muy graves.
¿Cuál es la multa en España por superar el máximo acústico legal?
La multa por superar los márgenes acústicos legales varía en función del tipo de infracción, y puede ir desde los 90 euros (infracción leve) hasta los 3.000 euros (infracción muy grave, que también podría comportar la retirada del vehículo). Aunque el código de circulación establece los límites sonoros legales y las sanciones asociadas de forma genérica, son las ordenanzas municipales de cada población las que determinan el nivel de decibelios máximo permitido y las sanciones si se incumple. En consecuencia, los estándares de contaminación acústica varían de ciudad a ciudad: por ejemplo, en Madrid el consistorio establece que los ruidos emitidos por un vehículo no pueden superar los 87 dB, mientras que en Barcelona este límite es más bajo (65 dB de día y 55 dB de noche, coincidiendo con los parámetros de la OMS).
Dicho esto, quizás muchos conductores se pregunten si hay algún mecanismo para advertir de la existencia de estos sonómetros y evitar ser sancionados si superan los límites establecidos. Si bien en el mercado existen apps para avisar de la existencia de radares que miden la velocidad del vehículo, a fecha de hoy no existen aplicaciones que adviertan la presencia de este nuevo tipo de radares y alerten a los conductores. Además, en este punto es importante remarcar que avisar de la situación de un radar es legal, mientras que detectarlo e inhibirlo es ilegal y está sancionado con importantes multas, de acuerdo con lo que establece la DGT. Consecuentemente, las apps para detectar radares no están permitidas (usarlas se considera una infracción grave) y se sancionan con 200 euros de multa y la retirada de tres puntos del carné.
A modo de conclusión, en este artículo te hemos explicado qué son los radares medusa, cómo funcionan y en qué ciudades de España ya podemos encontrarlos. Recuerda, pues, que a partir de ahora cuando estés al volante ya no solo deberás estar atento a respetar los límites de velocidad, sino también a los límites sonoros por el bien de la salud colectiva… ¡y de tu bolsillo!