Radares fijos y móviles: margen, diferencias y multas

Los radares son uno de los elementos que la DGT utiliza desde hace decenios en España para incrementar la seguridad vial y reducir la siniestralidad en las carreteras españolas. Desde junio de este año, las autoridades de tráfico han introducido un cambio importante tanto en los radares fijos como en los móviles que afecta a los límites de velocidad y a las sanciones. Nos referimos al margen de tolerancia, que se ha modificado para obtener lecturas mucho más precisas y disuadir a los conductores de circular a una velocidad demasiado elevada. En este artículo de Wikidriver te explicaremos en detalle cómo funcionan los radares fijos y móviles y cómo pueden afectar tu día a día.

En la línea del Zero Vision de la UE, un plan cuyo objetivo es reducir a cero el número de víctimas mortales y heridos en accidentes de tráfico en Europa en 2050, la DGT está aplicando distintas acciones para aumentar la seguridad en la carretera y reducir la mortalidad. Entre ellas, destaca el cambio en los radares de velocidad, que desde hace algunos meses, funcionan de forma un poco distinta y, por ende, también varían las sanciones de tráfico. 

¿Cómo funcionan los radares? La norma del 5 y del 7

Los radares son dispositivos utilizados para medir la velocidad de los vehículos en las carreteras (autopistas, autovías u otro tipo de vías) y cuentan con un margen de tolerancia, es decir, un margen de error de algunos kilómetros cuando miden la velocidad a la que circula un vehículo. 

Hasta el mes de junio funcionaban siguiendo la norma del 5 y del 7, según si el radar era fijo o móvil. ¿Pero, qué significa esto? La regla del 5 y del 7 significa que en las carreteras donde el límite de velocidad es de 100 km/h o menos, el margen que tienen las autoridades de tráfico para multar se sitúa 5 kilómetros por encima en los radares fijos y 7 kilómetros en caso de los radares móviles. Traducido a cifras: un radar fijo multará si detecta que circulamos a 105 km/h o más y uno móvil, si vamos a 107 km/h o una velocidad superior. 

En las vías cuya velocidad máxima es superior a los 100 km/h, la regla del 5 y 7 se aplica de forma similar, pero con porcentajes. En consecuencia, los radares fijos detectan un vehículo que va un 5 % por encima del límite de velocidad máxima permitido y, los móviles, lo hacen cuando supera el 7 %.

Cambios en los radares desde junio de 2024: la regla del 3 y del 5

Desde el mes de junio, la norma del 5 y del 7 ha bajado al 3 y 5. Es decir, la regla se ha endurecido para que los conductores respeten los límites de velocidad, hecho que aumenta la seguridad vial y reduce el riesgo de mortalidad en accidentes de tráfico. 

De este modo, siguiendo con el ejemplo anterior en una vía cuyo límite de velocidad sea de 100 km/h o menos, un radar fijo detectará un coche cuando vaya a 103 km/h o más, y en las carreteras cuyo límite de velocidad sea de más de 100 km/h, un radar móvil saltará cuando capte a un vehículo que circule a 105 km/h o más. 

Diferencias entre los radares fijos y móviles

Hemos comentado que los cambios se aplicarán tanto a los radares fijos, como a los móviles, pero ¿sabemos cómo funcionan estos dos tipos de cinemómetros y en qué se diferencian? Veamos las características de cada uno de ellos:

Radares de fijos

Cinemómetros ubicados en un punto fijo de la carretera que no necesitan ningún operador para funcionar. 

Hay diferentes tipos de radares fijos como: los pórticos, los postes, las cabinas laterales, los radares en cascada, los antifrenazo y los radares de tramo. 

Vale la pena detenerse un momento en estos últimos, ya que son muy eficaces y los encontramos en varios puntos del territorio. Este tipo de cinemómetros fijos calculan la velocidad media entre dos puntos de la carretera y consiguen que los conductores no solo reduzcan la velocidad momentáneamente (como hacen al pasar por un radar fijo), sino que lo hagan de forma continuada. En consecuencia, la velocidad se mantiene más constante en todos los puntos de la vía, se evitan frenazos bruscos y, por ende, aumenta la seguridad vial.

Radares móviles

Como indica su nombre, se trata de radares que se desplazan por la red vial y que están operados por agentes de Tráfico o forman parte de un vehículo terrestre/aéreo. 

Existen diferentes tipos de radares móviles como los trípodes, los vehículos y helicópteros que incorporan cinemómetros, y los drones.

¿Cómo saber dónde están ubicados los radares fijos?

Actualmente la DGT tiene instalados 780 radares fijos, 1.325 radares móviles y 92 radares de tramo en las vías españolas; estos últimos aumentarán hasta 180 antes de que termine el año. 

La ley permite a los conductores conocer dónde están ubicados los cinemómetros fijos; es una información pública que se puede consultar en la página web de la DGT, donde hay un listado con los diferentes radares fijos por provincias. En cambio, lo que no permite la legislación es revelar la posición exacta de un cinemómetro móvil y hacerlo constituye una infracción que puede ser sancionada por las autoridades de tráfico.  

Igualmente, la ley tampoco permite utilizar dispositivos para detectar o incluso inhibir cinemómetros (ni fijos ni móviles), de modo que las apps para detectar radares son ilegales en España y las sanciones pueden ascender a los 6.000 euros.

¿Cómo saber si un radar nos ha multado?

Si sospechamos que quizás un radar de tráfico nos haya multado, podemos consultar información relativa a infracciones y sanciones que la DGT tiene publicada en su página web. 

Así, deberemos desplegar el menú, ir a la sección de «multas» y marcar «tablón edictal de sanciones». A continuación, deberemos pulsar sobre el símbolo con un ordenador donde pone «sin certificado», introducir el DNI o la matrícula del vehículo y podremos consultar rápidamente si nos han sancionado o no. 

Otra forma de consultar esta información es a través de la app móvil miDGT. Como en la página web, podremos comprobar si nos han multado o no e, incluso, pagar la multa en seguida. 

En la aplicación deberemos ir al menú (icono superior de tres rayas) e ir a la sección «mis multas»; aquí aparecerán dos apartados: «pendientes» y «pagadas». En la primera se mostrarán los detalles de la multa y podremos proceder a pagarla, mientras que en la segunda aparecerán las multas ya saldadas. 

En caso de que sepamos que nos han multado y no aparezca aún la multa, la app igualmente nos permite pagarla pulsando el botón «aún no aparece mi multa».

¿Cuánto tardan en llegar las multas de radares?

Las multas de tráfico, independientemente de si la infracción se ha detectado con un radar fijo o uno móvil, suelen tardar entre una y tres semanas en llegar por correo postal. 

La DGT las envía al domicilio que figura en el Registro de vehículos, de modo que si no coincide con el domicilio actual del infractor, este no la recibirá y esto supondrá un problema, ya que no recibirla en el domicilio donde vive no le exime de su obligación de pagarla. 

Según el Código de Tráfico y Seguridad Vial, la DGT dispone de unos plazos para tramitar la infracción y notificarla al propietario del vehículo; concretamente, tiene un plazo de entre tres y seis meses para hacerlo; si, transcurrido este tiempo, no le ha comunicado la infracción, esta ya no tendrá efecto. 

Una vez que recibe la notificación, el infractor tendrá 20 días naturales para pagar la multa y beneficiarse de la reducción del 50 % del importe. Si, por el contrario, no está de acuerdo con la sanción y quiere recurrirla, dispondrá de un mes para hacerlo, pero en este caso ya no se le  podrá aplicar el descuento del 50 % por pronto pago.

A modo de resumen, en este artículo te hemos explicado los cambios que desde el pasado mes de junio se aplican a los radares de la DGT y qué consecuencias puede tener esto en la conducción diaria. Nuestra recomendación es que, para evitarte multas pero, sobre todo, para circular de forma segura, respetes las señales de tráfico y no te saltes los límites de velocidad; solo así podremos lograr las cero víctimas y heridos en la carretera.