Recientemente, los precios de la gasolina y del diésel han alcanzado máximos históricos en Europa, superando incluso los 2 euros por litro en varios países, y están, literalmente, por las nubes. La guerra entre Rusia y Ucrania ha agravado la crisis energética y la tendencia inflacionista de hace ya algunos meses y llenar el depósito se ha vuelto cada vez más caro, hasta el punto que ya han empezado a haber huelgas en el sector del transporte porque a muchos trabajadores no les salen las cuentas. Pero, más allá de los factores coyunturales, el precio de los carburantes está determinado por una serie de factores fijos, en los cuales los impuestos que se aplican a los hidrocarburos tienen un gran peso. En este artículo de Wikidriver te explicaremos cómo se establece el precio de la gasolina y del diésel en España y lo compararemos con el de otros países de la eurozona.
Llenar el depósito se ha vuelto una locura; o más bien, dicho, un despilfarro. Pero aunque los actuales precios de los carburantes nos parezcan un disparate, están por debajo de lo que se paga por litro de gasolina y diésel en otros países europeos. ¿Y a qué se deben estas diferencias? Pues principalmente a que la fiscalidad que se aplica a los hidrocarburos en España es más baja que en otras regiones de la UE, si bien el precio de los combustibles repercute (y mucho) en el bolsillo de los consumidores y constituye una de las principales fuentes de financiación del Estado y de las Comunidades Autónomas (se calcula que anualmente se recaudan cerca de 20.000 millones de euros de los impuestos aplicados a los carburantes). A continuación, analizaremos cómo se establece el precio de la gasolina y del diésel en España y por qué sube el precio de los combustibles. Si desglosamos el importe de lo que cuestan estos combustibles, observaremos que es una suma de los costes de producción (materia prima), costes de distribución y márgenes brutos (comercialización), así como de impuestos directos e indirectos. Entre los varios conceptos, tiene un peso determinante el gravamen de impuestos, ya que representan un 49% en el precio final de la gasolina y un 45% en el diésel, tal como puede apreciarse en la siguiente infografía de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP):
– materia prima: el petróleo tiene un coste, pero a diferencia de lo que se tiende a pensar, el precio de los combustibles no depende directamente del barril de petróleo Brent (el barril de referencia en Europa), sino de las cotizaciones de la gasolina y el diésel en dos mercados al por mayor: el del Norte de Europa y el del Mediterráneo. Estos mercados cotizan en dólares, hecho que también influye en el precio del barril de crudo. A causa de los factores coyunturales descritos al principio del artículo y de las fluctuaciones en los mercados de valores, en los últimos meses los costes de producción se han encarecido notablemente
– costes de distribución y márgenes brutos: este concepto engloba varios subconceptos a su vez, como el beneficio, el transporte hasta las estaciones de servicio, el coste de estas instalaciones, el de las reservas estratégicas, el coste adicional del biocarburante y el de aportación al Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE)
– impuestos: los impuestos encarecen hasta el 50% el precio base del carburante en España; se dividen entre directos e indirectos. Seguidamente, los analizaremos:
– directos: Impuesto Especial sobre Hidrocarburos (IEH), que a su vez, se subdivide en:
– Tipo Estatal General (TEG): impuesto que varía en función del carburante al que se aplica
– Tipo Estatal Especial (TEE): gravamen invariable (72€/1.000 litros) que se aplica sobre todos los carburantes (gasolina 95 y 98, biodiésel, bioetanol), excepto sobre el Gas Licuado de Petróleo (GLP)
– indirectos:
– Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) del 21%. Este gravamen se aplica sobre el precio base más el IEH, lo que en la práctica significa que también se paga el IVA del mencionado impuesto
– Impuesto sobre Ventas Minoristas del Estado: es de 2,4 céntimos por litro
– Tasas al consumo de hidrocarburos: en 2019 entró en vigor la ley sobre tasas al consumo de hidrocarburos, estableciendo un impuesto de 7,2 céntimos por litro, tanto en gasolina como diésel. Este gravamen sustituyó el llamado «céntimo sanitario», un impuesto aplicado sobre el precio del carburante establecido por cada Comunidad Autónoma para autofinanciarse
Ya hemos visto en detalle cómo se establece el precio de la gasolina y el diésel en España y hemos observado el fuerte peso de los impuestos en el importe final, pero ¿cómo se traducen todos estos gravámenes en lo que pagamos de carburante? A continuación, sigue un ejemplo de qué peso tienen los conceptos descritos anteriormente si repostamos 50€ de combustible a día de hoy:
Fiscalidad en Europa
Pero, ¿y en Europa?, ¿la fiscalidad es más alta o más baja?, ¿y cómo se traduce en el precio de los carburantes? Quizás nos parezca que en los últimos meses estamos pagando muchísimo por la gasolina y el diésel (y es cierto), pero si lo comparamos con lo que les cuesta repostar a nuestros vecinos europeos, observaremos que no salimos tan malparados. Excepto Bulgaria, Hungría, Rumanía y Polonia, donde la carga fiscal de los carburantes es menor que en España, en el resto de países de la UE los impuestos sobre los combustibles son más altos, especialmente en Holanda, Italia, Francia, Grecia y Portugal, donde la carga impositiva es de alrededor o más del 60%.
Si observamos el último boletín petrolero de la UE del pasado 14 de marzo con el importe de la Euro-Super 95, veremos que el precio de la gasolina en Europa es de 1,83 media, con precios más altos en el norte del continente y más bajos en el centro-sur.
Los precios más altos de la gasolina los encontramos en Holanda, Alemania y Finlandia, donde este carburante se paga a más de 2,20€/litro seguidos de Italia, Grecia y Francia, con precios de 2,18€, 2,11€ y 2,08€, respectivamente. En cambio, los precios más económicos los encontramos en Hungría, Chipre, Bulgaria y Polonia, con 1,28€, 1,41€ 1,44€, 1,46€, respectivamente.
En cuanto al precio del gasoil en Europa, la situación es muy parecida, con un precio de 1,87 €/litro de media. De nuevo, los países con este carburante más caro están en el norte de Europa: Suecia, Finlandia, Alemania y Holanda, donde los conductores pagan 2,35€, 2,33€, 2,31€ y 2,22€, respectivamente. En referencia a los países europeos donde es más económico repostar con diésel, debemos citar a Hungría, Bulgaria y Eslovenia, con 1,33€, 1,47€, 1,54€, respectivamente.
En EE.UU., en cambio, la fiscalidad que se aplica a los combustibles es mucho menor y los impuestos solo representan un 10% del precio total.