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Después de haber cometido una infracción y recibido la notificación pertinente, algunos conductores deciden no abonar la multa impuesta, con la esperanza de que, con el paso del tiempo, la sanción caduque y eviten tener que rascarse el bolsillo. Pero, ¿realmente las multas de tráfico prescriben o están vigentes durante varios años?, ¿cuánto tiempo tardan en dejar de tener validez? En este artículo de Wikidriver te explicaremos el procedimiento para aplicar una sanción, los plazos de prescripción de las multas de tráfico (tanto a nivel nacional como internacional), cómo calcularlos y cuándo pueden ser interrumpidos. También te contaremos cómo abonar la sanción y los pasos a seguir si no estás de acuerdo y quieres recurrir la multa. Así que toma papel y lápiz y lee este artículo con atención ¡porque seguro que te interesa y te resultará muy útil!
Procedimiento para aplicar una multa de tráfico
Cuando un agente nos multa, se abren tres posibles escenarios: que decidamos abonar la multa, recurrirla si la consideramos injusta o errónea o esperar a que prescriba. En todos los casos, transcurre un cierto tiempo delimitado por ley, ya que el procedimiento para aplicar una sanción consta de diferentes fases con periodos bien definidos: notificación, abono de la multa/presentación de una alegación o un recurso y prescripción de la sanción. Seguidamente, examinaremos cada etapa del proceso:
– notificación: en primer lugar, la Administración debe informar al conductor del vehículo de la infracción cometida a través de los canales oficiales y dentro de un periodo de tiempo determinado. ¿Y cuáles son estos canales y cuándo se considera notificada una multa de tráfico? Pues tanto la Administración como la DGT disponen de tres meses, seis meses o un año para emitir dicha comunicación oficial; para hacerlo, pueden usar el correo postal o la Dirección Electrónica Vial (DEV), nunca el correo electrónico (en cuyo caso se trataría de un fraude). Si el día que cometemos la infracción el agente nos entrega la denuncia en mano, también será considerada notificada a efectos legales. Si la comunicación es emitida dentro de los plazos establecidos, se iniciará el procedimiento para sancionarnos, pero si, por el contrario, la Administración supera el periodo legalmente determinado, la multa habrá prescrito y ya no tendremos ninguna obligación de abonarla
– abono de la multa o presentación de un recurso: tras recibir la comunicación oficial, debemos comprobar que todos los datos son correctos: identificación del conductor y domicilio; de no ser así, habrá que informar de los errores a la Administración. Si abonamos la multa durante los primeros veinte días obtendremos un descuento del 50% sobre el total a pagar. Si lo hacemos superado este periodo, deberemos abonar la cantidad íntegra, sin reducciones. Para saldar la deuda, podremos hacerlo a través de los varios canales que ofrece la Administración: de forma presencial, telemática, a través de la app miDGT o telefónicamente. En caso de no estar de acuerdo con la multa, podremos presentar una alegación (documento en el que exponemos nuestras razones para justificar que la sanción impuesta es incorrecta; debe presentarse en los 20 días siguientes a haber recibido la notificación de la multa) y, si fuera necesario, posteriormente un recurso (documento de reclamación contra una resolución firme de un organismo o administración que puede presentarse si se ha desestimado la alegación previa)
– prescripción: en base a la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, la prescripción de las multas de tráfico variará según la gravedad de la infracción. En este punto cabe recordar que la normativa de Tráfico en 2022 se ha endurecido, de modo que deberemos estar muy atentos a no usar dispositivos electrónicos al volante, respetar la normativa que protege a los ciclistas o al medio ambiente para no llevarnos una sorpresa de la DGT, entre otras medidas. Actualmente, las infracciones leves prescriben a los tres meses, mientras que las graves o muy graves lo hacen a los seis meses. Tal como hemos comentado anteriormente, en este lapso de tiempo la Administración deberá notificar la multa al conductor; si no lo hace, ésta habrá prescrito y no se tendrá que abonar ninguna cantidad. Si se formulan alegaciones, deberemos añadir un mes más a los plazos de prescripción descritos; es decir, las infracciones leves expirarán a los cuatro meses y, las graves, a los siete meses. De este modo, podríamos decir que las multas de tráfico caducan si se superan los periodos establecidos por ley o la notificación no se realiza a través de los canales oficiales.
Estos plazos pueden verse suspendidos temporalmente (es decir, que el tiempo establecido no corra), en el caso de que la Administración necesite verificar la identidad o el domicilio del conductor sancionado. Con ello, se pretende evitar que un conductor pícaro devuelva las notificaciones indicando «ausente» o «desconocido» o dando una dirección falsa para que el plazo prescriba y finalmente no tenga que pagar la multa. La Administración tiene un mes para hacer cualquier averiguación; superado ese mes, el periodo de prescripción se reanuda de nuevo.
¿Cómo calcular el plazo de prescripción de las multas?
El plazo de prescripción empieza a contar desde el día en que se cometió la infracción y se comunicó de forma oficial. Sin embargo, tal como hemos examinado recientemente, este plazo puede quedar interrumpido (congelado) durante un mes si la Administración precisa averiguar la identidad o domicilio del conductor. En total, ésta dispone de un año como máximo para realizar el procedimiento, es decir, notificar al conductor de la infracción y realizar las comprobaciones necesarias para aplicar la sanción; si supera este tiempo, esta caducará y dejará de tener validez.
Una vez la sanción económica ya es firme, la Administración también tiene un plazo de cuatro años para poder cobrarla; si transcurre más tiempo y no inicia las acciones para recaudar la deuda, la multa deja de tener efecto y prescribirá.
¿Prescriben las multas en el extranjero?
Tras las vacaciones, esta es una cuestión importante. Si durante nuestra estancia en otro país hemos alquilado un vehículo o hemos circulado con el nuestro, puede que al volver nos llegue la notificación de una infracción de tráfico a casa. Esto sucede porque la iniciativa europea EUCARIS (EUropean CAR and driving license Information System) permite compartir los datos de los conductores y, por tanto, las multas llegan al domicilio del conductor sancionado como si las hubiera emitido el propio país. Al recibir la notificación puede que nos llame la atención que la carta esté firmada por un bufete de abogados, no por la Administración. Esto ocurre porque muchos países recurren a empresas privadas especializadas en la recaudación de sanciones de tráfico, ya que la legislación actual no permite que ningún estado miembro de la UE pueda embargar una cuenta extranjera para cobrar una multa de tráfico.
Al recibir la comunicación de nuevo deberemos verificar que los datos son correctos o, de no ser así, informar de los errores al organismo/empresa que nos haya enviado la notificación. Si no estamos de acuerdo con la sanción impuesta, deberemos recurrirla aportando los datos y pruebas que consideremos oportunos. Las multas en la Unión Europea pueden recurrirse a través de los mismos mecanismos que en España, es decir, interponiendo alegaciones y recursos. En total, el plazo de tiempo máximo para notificar la multa e interrumpir que prescriba es de un año. Otro aspecto importante a conocer es que las sanciones de tráfico puestas en otros países de la UE distintas al país de origen solo pueden ser de tipo económico y nunca comportan la pérdida de puntos del carné.
En todo caso, para evitar recibir sanciones al volver de las vacaciones, lo mejor es revisar el reglamento de circulación del país que visitaremos para conocer tanto el código de circulación, como las penas y sanciones que se aplican en cada caso (cabe destacar que en algunos países las multas de tráfico tienen consecuencias penales).
Resumiendo, en este artículo hemos repasado el procedimiento para aplicar, recurrir o abonar una sanción, revisando cuál es el tiempo máximo para que nos llegue una multa y qué canales tiene la Administración para notificarla. Esperamos que esta información te haya sido útil y te haya aclarado dudas sobre este importante asunto, especialmente si viajas frecuentemente al extranjero y ya has recibido alguna que otra indeseada notificación.