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Empujados por la nueva normativa antipolución que limita el acceso de los vehículos más contaminantes a las grandes ciudades, muchos conductores optan por comprarse un coche de segunda mano para renovar su vehículo sin tener que hacer un gran desembolso. Sin embargo, si se escoge esta alternativa hay que tener en cuenta que en este tipo de compraventas se aplican algunos impuestos, como el IVA o el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP). Pero, ¿cuál es el IVA de los coches de segunda mano?, ¿grava todas las transacciones o solo algunas?, ¿qué es el ITP y cuándo se aplica? En este artículo de Wikidriver te explicaremos qué tipos de impuestos se aplican a la compra de un coche de segunda mano para que estés bien informado y puedas hacer cálculos antes de decidirte a dar este paso.
Vehículo de segunda mano, de ocasión y leasing
En primer lugar, hay varias cosas a tener en cuenta a la hora de comprar un coche usado: tipo de coche que necesitamos y con qué urgencia, presupuesto, si preferimos comprarlo a un particular o a un concesionario, etc. También debemos considerar si preferimos adquirir un vehículo de ocasión, uno de segunda mano u optar por fórmulas como el leasing o el renting, ya que el tipo de impuestos que se aplicarán en cada caso variará. ¿No sabes bien cuál es la diferencia entre estos términos? A continuación te lo explicamos:
- Coche usado o de segunda mano: cualquier vehículo que no se adquiere directamente en el concesionario, sino a un particular; es un automóvil que ha superado los 15.000 kilómetros.
- Vehículo de ocasión: automóvil seminuevo que ha tenido un único dueño o varios; también son vehículos de ocasión los automóviles que utiliza una empresa de leasing y que, por tanto, tienen más de un dueño. En ambos casos, el coche no debe haber superado los 15.000 kilómetros puesto que, de lo contrario, se trataría de un vehículo de segunda mano.
- Leasing: forma de alquiler de un vehículo en la cual una empresa ofrece un automóvil a cambio de cuotas mensuales. Al finalizar el período de arrendamiento (que suele ser de dos a seis años), la empresa arrendadora está obligada a ofrecer la compra del coche y las cuotas satisfechas hasta entonces se descontarán del importe total del vehículo.
- Renting: forma parecida al leasing, pero en este caso la empresa arrendadora alquila un automóvil al usuario a cambio de una cuota mensual sin estar obligada a ofrecer la compra al finalizar el contrato (aunque puede hacerlo sí quiere y las dos partes llegan a un acuerdo). La duración del renting suele ser menor que la del leasing, con contratos que van desde un mes en el caso del renting flexible, hasta 12 meses, 24 meses o 4 años, en rentings de larga duración.
Tipos de impuestos en la compra de coches de segunda mano
Ahora que ya tenemos claras las diferentes modalidades para alquilar y comprar un coche, veamos qué tipos de impuestos gravan en caso de decantarnos por la segunda opción:
ITP:
El Impuesto de Transmisiones Patrimoniales es un tributo que se aplica si la compraventa de un automóvil se realiza entre particulares. De este modo, el comprador deberá abonar al vendedor el precio del vehículo y la tasa correspondiente al ITP.
Este tributo se calcula sobre el valor venal del vehículo, que es el precio que puede tener en el mercado de segunda mano, y posteriormente se aplica un porcentaje, que varía según cada Comunidad Autónoma; generalmente representa entre un 4 y un 8% del valor del coche, dependiendo de su antigüedad y potencia.
Después de haber pagado el ITP, también habrá que abonar las tasas por el cambio de titularidad del vehículo y el impuesto de circulación.
IVA:
El Impuesto sobre el Valor Añadido, se aplica en caso de que un empresario (concesionario que vende vehículos de ocasión) o un trabajador autónomo venda el coche a un particular y es del 21 %.
El IVA en los vehículos de segunda mano figurará desglosado en la factura de la transacción, juntamente con el precio del vehículo vendido.
REBU:
Quizás te suene menos o no lo conozcas, pero se trata de un concepto importante en la compraventa de coches de segunda mano. REBU significa Régimen Especial de Bienes Usados; pueden acogerse a él voluntariamente los concesionarios, ya que debe demostrarse que la compra y venta de vehículos es algo frecuente.
En caso de que un concesionario se acoja al REBU en la venta de vehículos de ocasión, aplicará un IVA del 21 % pero solo sobre el margen de beneficios que obtenga con la venta, no sobre el total del precio del automóvil.
Con un ejemplo lo veremos más claro: si un concesionario compra un coche de segunda mano por 10.000 euros para ponerlo a la venta y decido venderlo por 20.000, si se acoge al REBU deberá aplicar el 21 % de IVA solo a los 10.000 euros de margen de beneficio, en lugar de a los 20.000 del precio total de venta del vehículo.
En consecuencia, el IVA que se aplicará al automóvil será de 2.100 euros (10.000×21/100); si no se acogiera al REBU, el IVA se aplicaría sobre el precio total (20.000 euros) y, por ende, la cantidad a pagar sería el doble (20.000×21/100=4.200 euros).
Por este motivo, si tenemos intención de adquirir un coche de segunda mano a un concesionario, vale la pena preguntar antes si la empresa se acoge al REBU o no, ya que el precio variará sustancialmente. Otro apunte sobre la facturación vinculada al REBU es que la factura emitida bajo este régimen incluirá el IVA, pero no de forma desglosada.
Impuesto que no aplica en la compra de un coche de segunda mano
Si todavía estás intentando decidir si comprarte un coche nuevo o usado, es importante que conozcas los impuestos en la compra de un coche de segunda mano, pero también que sepas cuáles son los que te vas a ahorrar pagar. Esto puede que te ayude en tu decisión sobre la adquisición de tu próximo vehículo.
Impuesto de matriculación: se trata de un tributo único al comprar un vehículo que representa una obligación fiscal que no solo se aplica a las transacciones nacionales, sino también a aquellas realizadas en el extranjero, siempre y cuando el automóvil en cuestión no haya sido previamente matriculado. A diferencia de un impuesto con una tasa fija, su cálculo se determina mediante una tabla establecida por la Agencia Tributaria. La cuantía específica varía según diversos criterios, incluidas las emisiones de CO2 del automóvil. En muchos casos, los vehículos con emisiones más bajas pueden estar sujetos a un gravamen menor, reflejando así un enfoque más ecológico y favoreciendo la adopción de automóviles con menor impacto ambiental. Cuando un automóvil ha sido previamente matriculado y se vende como coche usado, el impuesto de matriculación ya debería haber sido pagado por el primer propietario, por lo tanto, este impuesto no aplica en la compra de coches de segunda mano.
Después de haber adquirido el automóvil, si se lo hemos comprado a un particular, el último paso será informar a Hacienda de esta operación. ¿Y cómo hay que declarar la compra de un coche usado? Este tipo de transacciones está sujeta al impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados y se autoliquida con el modelo 620, ya sea presencial o telemáticamente.
Con este artículo, esperamos haberte ayudado a resolver dudas sobre la compraventa de coches y, más concretamente, sobre los impuestos en la compra de coches de segunda mano, y que esta información te haya resultado útil si estás pensando en renovar el coche pronto, pero no sabes por qué fórmula optar.