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Además de respetar los límites de velocidad, no realizar adelantamientos bruscos y señalizar las maniobras correctamente, en la carretera también es fundamental mantener la distancia de seguridad entre coches. No hacerlo aumenta el riesgo de colisión si el vehículo que nos precede hace una frenada brusca o una maniobra inesperada, de modo que es básico mantener este espacio, especialmente en caso de condiciones meteorológicas adversas. En este artículo de Wikidriver te contaremos qué dice la normativa sobre la distancia mínima de seguridad, cómo calcularla y cuál debe ser en función del tipo de vía por el que circulemos.
Según datos publicados por la DGT a finales del año pasado, las colisiones traseras y múltiples causaron en España más de 19.000 accidentes con víctimas en 2023 (concretamente, 19.205 fallecidos). Muchos de estos siniestros podrían haberse evitado si se hubiera respetado la distancia de seguridad, un elemento al que muchos conductores no prestan la atención que deberían y que, si se incumple, puede conllevar elevadas sanciones.
¿Qué es la distancia de seguridad y por qué es tan importante?
La distancia mínima de seguridad entre vehículos es la separación que debemos mantener respecto al vehículo que nos precede para garantizar nuestra seguridad en caso de que este frene bruscamente.
De este modo, si hace un frenazo inesperado podremos evitar colisionar con él y tendremos más tiempo para reaccionar y detener el coche. Para recordar la necesidad de mantener este espacio, en ciertas vías con mayor riesgo de accidente por alcance (como en las autopistas y autovías), desde el año 2011 podemos ver galones en el pavimento, unas marcas viales triangulares que recuerdan la importancia de mantener la distancia de seguridad respecto al automóvil que va delante de nosotros.
Aunque la distancia de seguridad se refiere a la separación respecto al vehículo delantero, también debemos subrayar que la separación trasera también es muy importante para que, en caso de frenada, este no colisione con nosotros.
¿Qué factores afectan a la distancia de seguridad?
La distancia de seguridad no es siempre la misma, sino que varía en base al tipo de vía, nuestra capacidad al volante, el estado del vehículo, y, por supuesto, la velocidad a la que circulemos.
¿Cuál es la distancia de seguridad recomendada según la vía?
A continuación, repasaremos la distancia de seguridad que hay que mantener según el tipo de vía.
Distancia de seguridad entre coches en carreteras convencionales
Con el reglamento en la mano, en las carreteras convencionales hay que mantener una distancia de seguridad de, al menos, dos segundos respecto al coche que nos precede.
Si no vamos a adelantarlo, deberemos dejar más espacio para facilitar la maniobra en caso de que el vehículo de detrás nuestro quiera adelantarnos.
Si somos nosotros quienes queremos adelantar al vehículo de delante, deberemos realizar la maniobra sin ponerlo en peligro y sin obligar a otros usuarios a cambiar su trayectoria o velocidad. Una vez hayamos hecho el adelantamiento, deberemos volver lo antes posible al carril derecho.
Distancia de seguridad en autovías y autopistas
Si circulamos por una autopista o autovía, la distancia de seguridad también debe ser de dos segundos respecto al vehículo de delante, aunque esta debe ampliarse en caso de condiciones meteorológicas adversas o si el pavimento no está en buen estado.
Distancia de seguridad en túneles
Al circular dentro de un túnel tenemos que ser extremadamente prudentes debido a las características de la vía; así, deberemos ampliar la distancia de seguridad a, al menos, a 100 metros o a 4 segundos de intervalo respecto al vehículo que nos precede cuando no queramos adelantarlo.
Cómo calcular la distancia de seguridad correctamente
Hay varias técnicas y métodos para calcular la distancia de seguridad: la regla del cuadrado, las referencias visuales o el método de los dos segundos de la Dirección General de Tráfico.
El método de los dos segundos
Este método consiste en elegir un punto fijo en la carretera (como un panel, una señal, una farola, un radar fijo o un puente, por ejemplo) como referencia para calcular la distancia de seguridad adecuada.
Una vez elegido, cuando el vehículo que nos precede pase por ese punto, debemos empezar a contar: «mil uno, mil dos», que equivale a dos segundos. Si nos da tiempo a contar antes de llegar al punto de referencia que hemos escogido, significará que mantenemos una distancia de seguridad adecuada, pero si no nos da tiempo, no estaremos guardando suficiente distancia y deberemos ampliarla.
La regla del cuadrado
Otro sencillo método de la DGT para calcular la distancia de seguridad es la regla del cuadrado, que tiene en cuenta la velocidad a la que circulamos.
Consiste en tomar la cifra de las decenas de nuestra velocidad y multiplicarla por sí misma. Por ejemplo, si conducimos a 80 km/h, debemos tomar el 8 (las decenas de 80) y multiplicarlo por sí mismo (8 x 8), hecho que da 64 como resultado. Esto significa que debemos mantener una distancia de seguridad de 64 metros con el vehículo que circule delante nuestro. En caso de ir a 100 km/h (10 por 10), la distancia aumentaría a 100 metros, y así sucesivamente.
Para hacernos una idea, un conductor medio (es decir, con buenas capacidades de conducción y atento a la carretera) tarda cerca de un segundo en reaccionar ante un imprevisto. En consecuencia, si circula a 90 km/h, su vehículo avanza 25 metros antes de pisar el freno; después, necesita unos 40 o 45 metros adicionales para detener completamente el coche. En total, hasta 70 metros. Si, además, la carretera está en mal estado o las condiciones meteorológicas son adversas, será aún más difícil detener el automóvil, de modo que deberemos incrementar la distancia de seguridad.
¿Cuándo debe aumentarse la distancia de seguridad?
Como acabamos de comentar, en ciertas situaciones es muy importante aumentar la distancia respecto al coche que nos precede para garantizar nuestra seguridad, tales como:
- Clima adverso: en caso de lluvia, nieve, niebla, etc. La distancia de frenado será mayor debido al estado del pavimento, de modo que será necesario aumentarla a tres segundos o más.
- Conducción nocturna: si circulamos de noche habrá menos visibilidad y nuestra capacidad de concentración también puede disminuir, hecho que habrá que compensar con una mayor distancia de seguridad.
- Reducción de la visibilidad: si circulamos detrás de un camión o autobús, nuestra visibilidad también se verá reducida por las grandes dimensiones de estos vehículos, de manera que deberemos aumentar el espacio respecto al vehículo precedente.
- Mal estado del pavimento: el mal estado de la vía también dificultará poder frenar correctamente ante un imprevisto, así que será necesario ampliar la distancia mínima de seguridad.
- Estado del vehículo: si nuestro coche no está en perfecto estado, tardará más en detenerse ante un imprevisto; por ello, deberemos ampliar la distancia de seguridad para que el automóvil tenga más espacio para frenar.
Preguntas frecuentes sobre la distancia de seguridad
Para terminar, responderemos algunas preguntas frecuentes sobre esta cuestión:
¿La distancia de seguridad debe mantenerse solo respecto a los coches o también respecto a las motocicletas?
La distancia mínima de seguridad debe mantenerse respecto cualquier tipo de vehículo (automóvil, motocicleta, bicicleta, etc.), ya que el riesgo de impacto es el mismo con todos.
¿Cuáles son las sanciones por no respetar la distancia de seguridad?
La normativa de Tráfico exige al conductor de un vehículo que circule detrás de otro “dejar entre ambos un espacio libre que le permita detenerse, en caso de frenada brusca, sin colisionar con él”. No hacerlo puede suponer una multa de 200 euros y la pérdida de cuatro puntos del carné.
¿Cómo se mide la distancia de seguridad: en metros o en segundos?
Ambas magnitudes son válidas para medirla. Si aplicamos la regla del cuadrado, la calcularemos en metros, mientras que, si aplicamos el método de los tres segundos, aplicaremos segundos.
A modo de conclusión, en este artículo hemos repasado qué es la distancia de seguridad, qué factores influyen en ella y los distintos métodos para calcularla según la vía por la que circulemos. Así pues, si queremos evitarnos sustos al volante (y una buena multa) lo mejor será respetarla siempre, incrementarla en caso de condiciones meteorológicas adversas y estar atento a la carretera para reaccionar rápido ante cualquier imprevisto.
