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Aunque oficialmente el invierno aún no ha llegado, el frío ya se comienza a sentir. Para muchos conductores esta es la temporada del año más complicada, puesto que los cambios climáticos son más constantes en comparación con otras estaciones. En cualquier caso, prepararse para lo que se avecina y tener a punto nuestro coche es fundamental para conducir con la mayor seguridad posible en todo momento. Toma nota de estos cinco consejos que desde Wikidriver te compartimos para preparar tu coche para los próximos meses. ¡Comenzamos!
Mantenimiento del coche en invierno
1. Revisa tus neumáticos.
Uno de los principales cuidados del coche en invierno tiene que ver con las ruedas. Quizás ha llegado la hora de cambiarlos o simplemente de asegurarte de que siguen en óptimo estado para circular en la carretera durante el invierno. Los neumáticos son piezas fundamentales, ya que son las únicas que mantienen tu coche en contacto con el asfalto. Por ello, aprovecha a revisarlos periódicamente cuanto tu coche esté estacionado en un lugar seguro y comprueba su funcionamiento. Esto será fundamental para protegerte a ti y a las demás personas con quienes compartes la vía pública.
Por otro lado, es importante revisar la presión, factor que se ve afectado por las bajas temperaturas. Unos buenos neumáticos de invierno ayudan a tu automóvil a circular mejor en superficies mojadas, en heladas o incluso en nevadas. Asimismo, te aconsejamos verificar la profundidad del dibujo de los neumáticos y asegurarte de que las cubiertas estén íntegras.
Si optas por no reemplazarlos, equípate con unas buenas cadenas si pretendes viajar a terrenos más complejos. Y para que no te olvides de nada, recuerda tener a mano una buena rueda de repuesto y todas las herramientas para instalarla en caso de ser necesario.
2. Verifica la salud de tus frenos.
Así como los neumáticos, los frenos también son una de las piezas más importantes para el buen funcionamiento de tu auto, y sí, pueden salvarte la vida en un momento de peligro en la carretera. A decir verdad, su revisión debe ser parte fundamental del mantenimiento del coche en invierno y durante cualquier época del año.
Presta especial atención a los discos de frenos, al líquido y a las pastillas y aprovecha para revisar que no exista desgaste, suciedad o cualquier tipo de defecto que pueda comprometer tu conducción.
3. Inspecciona la batería del coche en invierno y cámbiala de ser necesario.
“A mi coche le cuesta arrancar en el frío” es una frase muy común durante el invierno. Si notas que últimamente tu coche no arranca como antes o que los limpiaparabrisas no se mueven lo suficiente, quizás ha llegado la hora de cambiarla por una nueva.
No obstante, antes de invertir unos cuantos euros, te aconsejamos realizar ciertas verificaciones, por ejemplo, utilizar un polímetro para revisar el estado de carga de la batería. Si este alcanza una tensión de 13,0 V, hablamos de que está al 100%; mientras que valores inferiores o iguales a 11,6 V indican que la batería debe ser recargada cuanto antes y que es preferible no intentar mover el coche.
4. Comprueba los niveles de líquidos.
Otras de las cuestiones que debes tener en cuenta al momento de llevar a cabo el mantenimiento de tu coche en invierno es el estado de los líquidos refrigerantes, el del limpiaparabrisas y de los distintos aceites. Te aconsejamos realizar estas verificaciones con el motor apagado y frío. Así evitarás cualquier accidente menor.
No olvides que tanto el líquido refrigerante como el de los frenos deben estar entre las marcas de máximo y mínimo. En el caso de los frenos, conviene evitar mezclas de productos y sustituir el líquido por completo.
Por último, cuando hablamos del nivel del líquido limpiaparabrisas, no hay mucho que medir. Simplemente debes echar el producto hasta que llegue al cuello, sin rebasar el tapón. Si lo prefieres, puedes preparar tu propio líquido en casa empleando sustancias muy económicas y fáciles de conseguir.
5. Examina tus limpiaparabrisas.
Hablando de ellos, debemos procurar tener la mayor visibilidad posible, lo cual es fundamental para manejar con total seguridad, sobre todo durante el invierno. En ese sentido, merece la pena que revises el estado de las escobillas y verifiques que las gomas estén en buen estado y que no hagan un ruido exagerado cuando entran en contacto con el agua.
Algo a tener en cuenta: intenta no utilizar las escobillas en seco o cuando el cristal esté cubierto de hielo.Finalmente, queremos recordarte una última cosa, aunque no menos importante: revisa las luces del coche en invierno. Durante esta época las horas de luz solar se acortan y contar con un buen sistema de alumbrado es crucial para evitar accidentes lamentables en la carretera. Revisa si tienes bombillas fundidas, pero sobre todo que estén bien reguladas y orientadas. Una calzada mal iluminada puede ser muy peligrosa para ti y tus pasajeros.