Si eres un conductor preocupado por el medio ambiente y estás pensando en cambiar tu coche diésel o gasolina a uno más sostenible, probablemente estarás preguntándote: ¿híbrido o eléctrico? Y, dentro de los híbridos, ¿uno convencional o uno enchufable? A menudo oímos hablar de los beneficios de los coches sostenibles tanto para el planeta como para nuestro bolsillo, pero ¿cuáles son exactamente estas ventajas?, ¿son las mismas en todos los modelos? En este artículo de Wikidriver te contaremos las principales diferencias entre los coches híbridos y eléctricos, repasaremos cuáles son los mejores coches eléctricos del mercado y te daremos consejos para que estés bien informado antes de ir al concesionario.
Diferencias entre un coche eléctrico y un coche híbrido
Aunque ambos vehículos apuestan por la movilidad sostenible y comparten ciertos rasgos, funcionan de manera distinta, si analizamos varios elementos como el sistema de propulsión, la emisión de gases contaminantes y generación de ruido, la autonomía, etc. A continuación, los repasaremos uno a uno:
– sistema de propulsión: en primer lugar, la principal diferencia entre ambos tipos de vehículos radica en el sistema de propulsión. Mientras que un coche eléctrico funciona con un motor eléctrico (impulsado por baterías recargables), un coche híbrido se basa en un sistema de doble propulsión. De este modo, cuenta con un motor eléctrico alimentado por baterías recargables y con un motor de combustión interna que funciona con gasolina. Dentro de los vehículos híbridos, existen los híbridos convencionales y los enchufables. Ambos utilizan los dos sistemas de propulsión (eléctrico y de combustión interna), aunque, en líneas generales, si hay suficiente energía en las baterías y las condiciones de velocidad lo permiten, funcionarán con electricidad. El sistema híbrido es autónomo, es decir, el vehículo es capaz de activar el sistema de propulsión eléctrico o térmico (o los dos al mismo tiempo) de manera independiente teniendo en cuenta los distintos factores de conducción (nivel de carga de la batería, velocidad, aceleración, etc.); de este modo, el conductor solo tiene que preocuparse de llevar el volante y el coche selecciona automáticamente el motor más eficiente en cada caso
– sistema de recarga: obviamente, el sistema de propulsión de cada tipo de coche condiciona la manera de recargarlo. Así, los vehículos eléctricos se recargan enchufándolos a la corriente eléctrica; en el caso de los coches híbridos, si son enchufables la recarga también se hace de esta manera. Si no lo son, es decir, son vehículos híbridos normales, entonces la recarga se hace de dos maneras: para recargar el motor de combustión hay que repostar el depósito echándole gasolina o diésel (depende de con qué funcione el coche), mientras que el motor eléctrico se recarga con el frenado regenerativo o con el propio motor de combustión (recordemos que, como ambos motores están conectados, el motor de combustión hace que el eléctrico actúe como un generador para producir energía y recargar las baterías).
– autonomía: junto con el sistema de propulsión y de recarga, esta es otra de las grandes diferencias entre ambos tipos de vehículos. Gracias a las mejoras en tecnología aplicadas en los últimos años, los coches eléctricos actualmente tienen una autonomía de 300 km y casi 600 km en algunos modelos. En cuanto a los modelos híbridos, si utilizan el motor eléctrico tienen una autonomía muy limitada, de 2 a 5 kilómetros, a pesar de que las baterías se van recargando continuamente mientras circulamos. Si nos fijamos en los vehículos híbridos enchufables, la autonomía varía en función del tipo de motor que utilicen: cuando circulan en modo eléctrico tienen menos autonomía (con un máximo de unos 50 km habitualmente), mientras que si funcionan con el motor de combustión tienen una autonomía mucho mayor, pudiendo llegar a los 800 y 1.00 kilómetros. Esto significa que pueden incluso recorrer más kilómetros que un vehículo de combustión. Si comparamos la autonomía de un coche híbrido convencional con un híbrido enchufable, este último tiene más autonomía ya que cuenta con baterías de mayor capacidad
– emisiones y ruido: mientras que los coches eléctricos nunca emiten emisiones ni ruido porque circulan con un motor eléctrico a base de baterías recargables, los híbridos (tanto los normales como los enchufables) sí que contaminan y hacen ruido cuando usan el motor de combustión
– prestaciones: además de no emitir ruido ni emisiones, los coches eléctricos son fáciles de conducir, ofrecen una muy buena respuesta de aceleración y permiten seleccionar modos de conducción que alarguen la autonomía del vehículo. Por su parte, los vehículos híbridos (tanto los convencionales como los enchufables) tienen mayor autonomía gracias a los dos sistemas de propulsión en que se basan y también ofrecen una conducción muy suave y agradable
– costes y mantenimiento: en líneas generales, los coches eléctricos tienen un menor coste por kilómetro que los vehículos híbridos, sobre todo en el uso diario en ciudad. También tienen una mecánica más sencilla (un único sistema de propulsión frente al doble sistema de los híbridos), hecho que se traduce en menores costes de mantenimiento y averías. En cuanto al precio, si comparamos los tres tipos de vehículos, los más económicos son los híbridos, seguidos de los híbridos enchufables y de los coches eléctricos, los más caros del mercado actualmente
– consideración por parte de la DGT: todos los vehículos eléctricos cuentan con la Etiqueta Cero de la DGT, mientras que en los híbridos e híbridos enchufables, Tráfico solo otorga esta etiqueta si el coche tiene una autonomía mínima de 50 kilómetros cuando funciona en modo eléctrico. La Etiqueta Cero permite acceder sin limitaciones al centro de las ciudades o bien circular cuando se declaran episodios de contaminación y se restringe el tráfico. Además, también permite aparcar gratis en las zonas de aparcamiento regulado de la mayoría de ciudades españolas
– impuesto de circulación: mientras que los coches eléctricos están exentos del impuesto de circulación, los híbridos convencionales y enchufables sí que tienen que pagarlo, aunque reciben bonificaciones en base a su nivel de emisiones
¿Qué coche me conviene más?
Después de haber examinado todos los puntos anteriores, la verdad es que no hay una respuesta única; en función del uso que vayas a hacer del coche y de tu presupuesto, te convendrá más uno u otro. Si habitualmente circulas mucho por ciudad, tienes un presupuesto alto y/o un punto de carga eléctrico en tu domicilio o trabajo, te aconsejamos decantarte por un coche eléctrico. Si, además de circular en un entorno urbano también haces largos viajes y quieres tener más autonomía, un híbrido (o híbrido enchufable) será la mejor opción, ya que, mientras circules por ciudad, funcionará en modo eléctrico y cuando hagas distancias más largas, utilizará el motor de combustión; de este modo, no dependerás de postes de recarga y podrás aprovechar las ventajas de ambos sistemas de propulsión.