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Uno de los fenómenos al volante más temidos por muchos conductores, especialmente noveles, es el aquaplaning. Conducir cuando se forman balsas de agua sobre la calzada provoca que los neumáticos pierdan agarre con el pavimento y floten, pudiendo comportar la pérdida de control del vehículo con el consecuente peligro, sobre todo si circulamos a gran velocidad. En este artículo de Wikidriver te explicaremos por qué aparece este fenómeno, qué se puede hacer para evitar el aquaplaning y cómo debemos reaccionar si se forma esta película de agua. Así que, toma nota porque los siguientes consejos pueden serte de gran ayuda si te sorprende un buen chaparrón mientras conduces.
Si en invierno circulamos con condiciones meteorológicas adversas (ya sea lluvia, niebla o nieve) es básico saber cómo comportarnos al volante para evitar situaciones de peligro y mantener la calma, especialmente si conducimos una motocicleta o un ciclomotor, ya que seremos más vulnerables. Entre los varios escenarios que podemos encontrarnos en esta época del año debemos citar la lluvia intensa y el aquaplaning, un fenómeno que vale la pena conocer ya que nos puede dar más de un susto en la carretera.
¿Qué es el aquaplaning y cuándo se produce?
Del inglés to aquaplane (es decir, hacer esquí acuático sobre una tabla), el aquaplaning es un fenómeno que ocurre cuando llueve y que puede llegar a ser muy peligroso. Cuando sucede, se crea una película de agua entre la calzada y el neumático que provoca que este pierda adherencia y quede «flotando», lo que, a su vez, puede implicar la pérdida de control del vehículo. Aunque muchos conductores relacionan aquaplaning con un exceso de agua en la carretera, este no es el único factor que puede provocarlo, tal como repasaremos a continuación:
- Velocidad excesiva sobre asfalto mojado: la velocidad es un factor clave en el aquaplaning. Cuando circulamos a una velocidad baja o moderada con lluvia, los neumáticos son capaces de evacuar correctamente el agua y se agarran a la calzada; en cambio, si circulamos a una velocidad excesiva, las gomas no pueden evacuar el agua del asfalto y el vehículo termina «flotando» encima de esta gran cantidad de agua.
- Mal drenaje de la carretera: si el pavimento de la vía por la que circulamos no está en buen estado, no podrá drenar el agua correctamente y esta se acumulará, favoreciendo que se produzca el aquaplaning.
- Presencia de otras sustancias en el asfalto: si en la carretera hay aceite, suciedad y sal, el agua aumentará su densidad y habrá más riesgo de que el vehículo patine.
- Mal diseño del dibujo del neumático: el estado de los neumáticos es otro de los factores más relevantes relacionados con el aquaplaning. Así, un mal diseño puede dificultar la evacuación del agua, mientras que un buen diseño la favorece.
- Incorrecta profundidad de la banda de rodadura del neumático: según marca la ley, la profundidad mínima de esta parte de la rueda es de 1,6 mm (si bien es recomendable que esté por encima de los 2 mm); en caso de que el neumático esté por debajo de 1,6 mm evacuará menos agua y será más fácil que ocurra el aquaplaning.
- Incorrecta presión del neumático: además de tener un dibujo adecuado y una banda de rodadura suficientemente profunda, los neumáticos también deben tener una presión adecuada, ni por debajo ni por encima; de lo contrario, puede ser peligroso, especialmente con lluvias fuertes.
- Peso del vehículo: los vehículos más ligeros (como las motocicletas y los ciclomotores) tienen más riesgo de sufrir el fenómeno del aquaplaning por su bajo peso.
Consejos para evitar el aquaplaning
No siempre es posible evitar el aquaplaning, pero tendrás menos posibilidades de sufrirlo si sigues los siguientes consejos:
- Conduce a la velocidad adecuada y de forma suave, especialmente si llueve: adecúa tu conducción a las condiciones meteorológicas y no des volantazos ni frenazos. En caso de circular demasiado rápido, es importante reducir la velocidad cuanto antes.
- Utiliza unos neumáticos de calidad y pon mucha atención a su estado, tanto a la presión, como a la banda de rodadura de la rueda y al dibujo.
- Conduce con la mirada fijada en el fondo, no a pocos metros del capó: así podrás observar el estado de la carretera, detectar posibles balsas de agua y reducir la velocidad antes de entrar en ellas.
- Extrema la precaución y modera la velocidad si circulas con una motocicleta o un ciclomotor.
- Si puedes diseñar la ruta, intenta escoger las vías en mejor estado, en lugar de aquellas con un pavimento deteriorado.
¿Qué hacer en caso de aquaplaning?
Si, a pesar de haber puesto en práctica los consejos anteriores, no puedes evitar el aquaplaning, es muy importante saber cómo debes reaccionar al volante para evitar situaciones peligrosas. Por ello, sigue las siguientes recomendaciones:
- Mantén la calma: en primer lugar, aunque sea una situación complicada, intenta que los nervios no se apoderen de ti y estar tranquilo.
- No frenes: con el fenómeno del aquaplaning no debes frenar nunca; de lo contrario, cuando las ruedas entren en contacto con la calzada quedarán bloqueadas, pudiendo provocar fácilmente que pierdas el control del vehículo y tengas un accidente.
- En caso de sufrir aquaplaning en una recta, mantén la dirección recta: mantén el volante quieto y simplemente suelta el acelerador de forma suave. Si lo giras, cuando los neumáticos vuelvan a tener agarre con la calzada el coche podrá virar, con el riesgo que esto comporta.
- En caso de sufrir aquaplaning en una curva, gira suavemente el volante para trazarla: como en el caso anterior, deberás circular de forma suave, pero en lugar de dejar quieto el volante, deberás girarlo para poder trazar la curva. Pon atención a no girarlo más de la cuenta, al menos hasta que el vehículo no recupere el agarre con el asfalto.
- Sujeta el volante o el manillar con fuerza hasta que superes la balsa de agua y los neumáticos recuperen la adherencia.
A modo de conclusión, en este artículo te hemos explicado en qué consiste el aquaplaning, qué factores lo provocan y qué podemos hacer para prevenirlo. También te hemos dado consejos para saber qué hacer en caso de que no puedas evitarlo y cómo debes comportarte si conduces una motocicleta o ciclomotor y sufres este fenómeno. Además de seguir estos prácticos consejos para evitar sustos con el aquaplaning, no olvides que preparar correctamente tu coche para el invierno y pasar las inspecciones periódicas puntualmente son también fundamentales para tu seguridad y la de los otros usuarios de la vía.