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La seguridad en la carretera es crucial. Por ello, ya hace años que los vehículos que encontramos en el mercado están equipados con ADAS (por sus siglas en inglés), es decir, con sistemas que permiten aumentar la seguridad del automóvil, tanto de sus ocupantes como del resto de usuarios de la vía. Uno de estos sistemas es el ISA o Asistente de Velocidad Inteligente que, en base a la legislación europea, desde mediados de julio del año pasado debe equipar los nuevos modelos y será obligatorio para todos los vehículos a partir de julio de 2024. Pero, ¿en qué consiste exactamente y en qué se diferencia del control de crucero convencional? En este artículo de Wikidriver te explicaremos cómo funciona el asistente de velocidad inteligente, sus ventajas y desventajas y por qué es tan importante para reducir la siniestralidad en las vías.
Más del 90% de los accidentes están provocados por el error humano y, la mitad de estos, están relacionados con el exceso de velocidad, según un estudio de EuroNCAP (European New Car Assessment Program), una organización europea independiente de información a los consumidores. Ante estas cifras, los sistemas de asistencia a la conducción y las nuevas tecnologías capaces de realizar funciones de forma autónoma resultan claves, ya que pueden corregir y evitar el error humano y, por ende, los accidentes viales.
¿Qué es el Asistente de Velocidad Inteligente?
El Asistente de Velocidad Inteligente, del inglés Intelligent Speed Assistance (ISA), es un sistema que conecta el Control de Crucero Adaptativo (ACC) con el Sistema de Reconocimiento de Señales mediante un software, de manera que controla la posición del vehículo y la relaciona con el límite de velocidad de cada tramo. El objetivo del ISA es ayudar al conductor a respetar los límites de velocidad, proporcionándole información específica y adecuada sobre la velocidad que lleva y limitándola automáticamente si el vehículo la supera.
Un apunte importante: no hay que confundir el asistente de control inteligente con el limitador de velocidad ya que, mientras en el primero el sistema se adapta automáticamente al límite establecido en cada tramo de la vía y puede actuar de forma autónoma, en el segundo el conductor fija el límite de velocidad para que el vehículo emita un aviso (limitador de seguridad pasivo) y, en algunos casos, actúe sobre la centralita del motor (limitador de seguridad activo). Tampoco debemos confundir los sensores de radares del automóvil, que permiten conocer la situación de los radares fijos y radares de tramo y son totalmente legales, con las apps para detectar radares, cuyo uso está prohibido y sancionado por la DGT.
¿Cómo funciona el Asistente de Velocidad Inteligente?
Los vehículos equipados con ISA usan las cámaras, los sensores de radares y el GPS junto a un mapa digital. Concretamente, funcionan de la siguiente manera:
- Una cámara interior (que habitualmente está colocada detrás del retrovisor), juntamente con el GPS y los sensores de radares, lee las señales de tráfico que establecen el límite de velocidad gracias al Sistema de Reconocimiento de Señales.
- Si se alcanza el límite de la vía, el ISA emite una señal óptica, táctil (por vibración, en este caso) y/o audible para informar al conductor y no permite superarla actuando sobre el funcionamiento del motor o el acelerador gracias al software instalado en el vehículo. En todo momento, el cuadro de la instrumentación del coche siempre muestra la velocidad máxima permitida en la vía, de modo que el conductor puede verla tanto en la señal de tráfico de la carretera como en su propio coche a través del panel.
- Si el conductor quiere desconectar el ISA (en caso de que el sistema no funcione correctamente a causa de las inclemencias meteorológicas, de indicaciones viales provisionales contradictorias en los tramos en obras, de señalización vial confusa, etc.), puede hacerlo pulsando una tecla o bien pisando el acelerador con más fuerza. Igualmente, aunque el asistente no pueda actuar de forma automática porque está desactivado, podrá seguir informando de la velocidad máxima de la vía mostrándola en el panel de control.
Ventajas y desventajas del asistente de velocidad inteligente
La principal ventaja del ISA es que es un elemento de seguridad muy efectivo que reduce o, directamente, impide el error humano al volante. El sistema permite adaptar la velocidad máxima de un vehículo a las limitaciones de cada tramo de la vía de forma autónoma al no permitir que el conductor acelere más de lo que marcan las señales de tráfico. De esta forma, aunque este no haya estado atento a la conducción en ciertos momentos, no superará los límites de velocidad establecidos y se reducirá así el riesgo de accidente. Además, este sistema control de la velocidad se traduce en una conducción más eficiente y, por tanto, más económica, ya que ayuda a reducir el consumo de combustible.
Desde que empezó a utilizarse, el asistente de velocidad inteligente ISA se ha revelado como un elemento clave en la seguridad automovilística, en una tecnología que, literalmente, salva vidas pues se estima que el sistema puede reducir en un 20% las víctimas mortales a causa de siniestros de tráfico y disminuir las colisiones en un 30%. O, si traducimos los porcentajes a cifras, quizá resulta aún más ilustrador: se calcula que la instalación de este sistema en todos los vehículos permitiría salvar 400 personas en España cada año y hasta 25.000 muertes y más de 140.000 heridos graves en Europa en los próximos 18 años, según un estudio del Parlamento Europeo.
En cuanto a sus desventajas, el ISA puede tener algunas dificultades de funcionamiento si la climatología es desfavorable, los sensores están sucios o el sistema de navegación que utilicemos no está actualizado.
¿Cuándo será obligatorio?
Desde julio del año pasado, el sistema debe equipar los modelos homologados y también será obligatorio para todos los vehículos vendidos a partir de julio de 2024 (aunque no afectará a los automóviles registrados y en circulación anteriores a esta fecha). El ISA es uno de los diez sistemas incluidos en el programa “Visión Cero”, con el que la Unión Europea espera reducir a cero las muertes ocurridas por accidente dentro de su territorio para el año 2050. Tras la aplicación de este primer sistema de control de velocidad, la UE también pondrá en marcha otras medidas, como el detector de marcha atrás, el detector de fatiga y atención, el control de la presión de los neumáticos, la frenada automática de emergencia, el sistema de mantenimiento de carril, el avisador de cinturón en las plazas traseras, la caja negra donde se recopilan los datos tras un siniestro y la preinstalación de un sistema de alcoholímetro antiarranque (alcolock).
A modo de conclusión, podríamos decir que tanto los sistemas de seguridad activa como pasiva resultan esenciales para evitar un accidente o mitigar sus consecuencias y, entre ellos, el asistente de velocidad inteligente se distingue como un elemento altamente efectivo que puede reducir la siniestralidad en las carreteras de forma significativa. En los próximos años veremos aumentar el catálogo de medidas para disminuir aún más el número de accidentes en territorio europeo y la tecnología aplicada al sector automovilístico permitirá que los vehículos sean cada vez más autónomos, eficientes y seguros.