A no ser que tengas una bicicleta plegable que quepa en tu mochila o que hayas reservado un aparcamiento a través de iniciativas como vadeBike, aparcar la bici cada día en la calle puede ser complicado. De hecho, el aparcamiento de bicis, coches y motos en ciudades densamente pobladas es uno de los mayores quebraderos de cabeza a los que se enfrentan diariamente miles de conductores y las administraciones públicas. Es más, podría considerarse uno de los mayores problemas de las ciudades del siglo XXI, junto con la contaminación atmosférica y la ocupación de suelo público. Sin embargo, ya hace más de una década que en varias ciudades europeas y asiáticas donde la bicicleta es el principal medio de transporte han ideado innovadoras soluciones para aparcar este vehículo y aprovechar al milímetro el espacio urbano. En Wikidriver te mostraremos una selección de los 5 aparcamientos de bicicletas más originales y curiosos del mundo; ¿preparado para sorprenderte?
1. Eco Cycle, Tokio (Japón), de Giken
Amante de la robótica y de la vanguardia tecnológica, la compañía nipona Giken ha desarrollado un sistema de aparcamiento de bicis subterráneo en Tokio que minimiza el espacio público ocupado y maximiza las posibilidades del subsuelo. Siguiendo el concepto de «la cultura arriba, la funcionalidad abajo», este aparcamiento cuenta con una pequeña cabina en la vía pública donde los usuarios dejan la bicicleta en una plataforma y un sistema automatizado la baja y estaciona en una de las más de 200 plazas disponibles del aparcamiento subterráneo; todo en apenas 8 segundos. Para retirarla, basta hacer la operación inversa: el usuario introduce en la cabina el código que identifica su bici para que el sistema la busque en el parking, la seleccione y la suba a la superficie.
De este modo, los vehículos se almacenan bajo tierra de forma segura, evitando el riesgo de robos y la exposición a la intemperie, y se libera el espacio superior para destinarlo a superficies verdes u otros usos públicos. Además, el parking subterráneo minimiza el impacto visual de los aparcamientos de bicis exteriores, ya que si 204 bicis aparcadas una al lado de otra ocuparían una superficie similar a la de una piscina de 25 metros, este sistema ocupa en la vía pública poco más del espacio necesario para estacionar una sola bicicleta.
Otra ventaja de este tipo de aparcamiento es que ofrece un elevado número de plazas de parking en ciudades densamente pobladas y en lugares con escasez de suelo público disponible, como estaciones de tren y puntos de interconexión.
2. El parking de bicis más grande del mundo, Utrecht (Holanda) de Ector Hoogstad Architecten
La estación central de Utrecht, en Holanda, alberga el parking de bicicletas más grande del mundo, con cerca de 12.500 plazas. Realizado por Ector Hoogstad Architecten, el aparcamiento es el centro de un proyecto de diseño urbano que reconecta la ampliada estación de ferrocarril con el centro histórico de Utrecht. La obra, que destaca por sus dimensiones y estética innovadora, busca revitalizar el espacio público y dar la bienvenida a la ciudad a los viajeros que lleguen en tren. Para ello, Ector Hoogstad Architecten diseñó una amplia plaza pública y un icónico techo que emula las copas de los árboles. Debajo de esta plaza, encontramos un gran parking de tres plantas con carriles interiores por donde los usuarios pueden circular para buscar la plaza más conveniente para su bicicleta. El aparcamiento es muy fácil de utilizar y permite poder estacionar el vehículo en un espacio seguro resguardado de las inclemencias meteorológicas, tan cambiantes en el norte de Europa. Además, ofrece rápidas conexiones a los andenes de tren a través de varias conexiones de metro y proporciona una experiencia singular a los amantes del vehículo de dos ruedas.
3. La torre de la bici, Hradec Králové (República Checa)
A modo de quiosco, este parking vertical situado al lado de la principal estación de tren de Hradec Králové, la capital de la región homónima en la República Checa, cuenta con 117 plazas para bicicletas y se ha convertido en un atractivo turístico más de la zona. La estructura, hecha de cristal y acero, permite ver el funcionamiento del sistema robotizado que coloca las bicicletas en los siete pisos de que dispone a través de plataformas elevadoras. Aunque se tarda un poco más que en Tokio para recoger la bici (45 segundos frente a los imbatibles 8 en Japón), no deja de ser poco tiempo y tan solo cuesta 20 céntimos de euro por cada uso.
4. El colgador de bicis, Seúl (Korea), de Manifesto Architecture
Consciente de la escasez de suelo público para habilitar parkings para bicis en Seúl, la firma Manifesto Architecture decidió aprovechar lo que sí hay en abundancia en todas las ciudades para construir un aparcamiento singular: aire. De este modo, ideó un «colgador de bicis», una estructura para liberar el espacio alrededor de los edificios y aprovechar sus paredes laterales o traseras para estacionar estos vehículos. El aparcamiento vertical colgante se compone de una rueda giratoria de hierro que es accionada por los propios usuarios, sin necesidad de ningún otro aparato mecánico. Para colocar las bicis en los colgadores, los usuarios deben pedalear en la bicicleta colocada en la base de la estructura para hacer girar la rueda y activar su funcionamiento. Seguidamente, cuelgan la bici en uno de los 36 colgadores que contiene la estructura y su bici queda estacionada literalmente en el aire. Aunque se podría perfeccionar el sistema con un candado que proteja las bicis y ampliar el número de colgadores (plazas) disponibles, es un buen sistema para estacionar bicis sin ocupar suelo público y descongestionar ciudades con una alta densidad de vehículos.
5. Fietsappel (La bici manzana), Alphen aan den Rijn (Holanda), de Wytze Patijn (Kuipercompagnons)
Fomentar la movilidad verde y ofrecer un parking de bicis singular. Es lo que debió proponerse el arquitecto Wytze Patijn al diseñar este aparcamiento de bicicletas, una gran manzana de acero situada en la estación de ferrocarril de Alphen aan den Rijn, al sur de los Países Bajos. La estructura emula clarísimamente esta fruta, tanto por su diseño como por su color, y permite almacenar hasta 900 bicicletas. Con una altura de 16 metros y un diámetro de 27, la Fiestappel cuenta con un espacio central abierto (el corazón de la manzana) alrededor del cual encontramos una rampa en espiral que conecta los varios pisos. Puede accederse a ella desde la calle o desde un nivel inferior a través de un túnel y el aparcamiento de las bicis en ella es gratuito, aunque no es un espacio vigilado. A pesar de que parece una estructura bastante sencilla, nada más lejos de esto, ya que a la rampa en espiral y al espacio central abierto, hay que sumar dos escaleras interiores para desplazarse por el interior del complejo y poder ir a buscar la bici.
Estos son una muestra de parkings de bicis innovadores que podemos encontrar hoy en día en varias partes del mundo; pronto seguirá otro artículo donde podrás descubrir más aparcamientos sorprendentes para aparcar tu vehículo de dos ruedas.