Contenidos
- 1 Los riesgos de conducir en carreteras con nieve o hielo
- 2 Preparación del vehículo antes de salir
- 3 Cadenas de nieve: ¿cuándo y cómo usarlas?
- 4 ¿Cómo se debe conducir con nieve o hielo?
- 5 ¿Cómo frenar y girar de manera segura en superficies resbaladizas?
- 6 ¿Qué hacer si quedamos atrapados en la nieve o el hielo?
- 7 Consejos adicionales para evitar accidentes en invierno
Al volante toda precaución es poca y en condiciones invernales, aún es más necesaria: el hielo o la nieve pueden jugarnos una mala pasada, así que antes de salir a la carretera más vale consultar la previsión meteorológica, tener el coche a punto y, sobre todo, saber cómo conducir en condiciones de poca adherencia del asfalto. En este artículo de Wikidriver te daremos consejos prácticos y recomendaciones clave para conducir de manera segura en entornos helados o nevados, de forma que si quieres evitar derrapar, patinar o perder el control del coche en la carretera, te recomendamos que sigas leyendo y tomes buena nota de cómo conducir con nieve o hielo.
En los países nórdicos las carreteras heladas y nevadas son una constante en invierno, pero en España no todo el mundo está tan habituado a conducir en estas condiciones: a veces, un cambio inesperado en la climatología puede cogernos desprevenidos y ponernos en un verdadero apuro.
Los riesgos de conducir en carreteras con nieve o hielo
Aunque, con las estadísticas de la DGT en la mano, en invierno se registran índices de desplazamientos mucho más bajos que en otras estaciones del año, por desgracia en esta los meses más fríos hay una alta siniestralidad.
Conducir con climatología adversa comporta riesgos, y tanto la lluvia (especialmente, si llovizna), como la niebla, la nieve o el hielo causan importantes problemas, como menor visibilidad, pérdida de tracción y de control del vehículo, derrapes, aquaplaning (en caso de mucha lluvia) y distancias de frenado más largas.
Preparación del vehículo antes de salir
El buen estado del coche es crucial para garantizar tanto nuestra seguridad como la de otros conductores de la vía (especialmente, con condiciones meteorológicas adversas). De modo que antes de emprender cualquier ruta es muy aconsejable revisar bien el vehículo. Para ello, deberemos:
- Revisar los neumáticos: hay que comprobar que la presión del aire sea correcta y que la banda de rodadura (dibujo de la goma) no esté demasiado gastada para garantizar un buen agarre al pavimento.
- Comprobar el sistema de frenado y de alumbrado: estos elementos son básicos en caso de poca adherencia, imprevistos y mala visibilidad.
- Asegurarnos de que la batería está en perfecto estado: de lo contrario, deberemos cambiarla por una nueva.
- Llenar el depósito de combustible (sobre todo, en caso de viajes largos).
- Revisar los niveles de los líquidos del vehículo: todos los líquidos del coche deben estar en sus correctos niveles, desde el líquido de frenos, el aceite del motor, pasando por el líquido anticongelante, el limpiaparabrisas, etc.
- Llevar neumáticos de invierno o cadenas: aunque los neumáticos all season o mixtos son los más utilizados en nuestro país, no son demasiado adecuados en caso de temperaturas muy bajas; es preferible usar neumáticos de invierno o cadenas para carreteras heladas o nevadas para garantizar una buena adherencia y comportamiento sobre superficies resbaladizas.
- Llevar un kit de emergencia (manta, guantes, linterna, trapos, cargador del coche para el móvil y batería portátil extra, pala, rasqueta, agua y comida, etc.) y elementos de repuesto (luces y rueda de repuesto o kit para reparar pinchazos).
- Evitar conducir de noche o al atardecer, cuando hay más riesgo de heladas: si no podemos evitar circular cuando hay menos visibilidad y más riesgo de heladas, habrá que extremar la precaución.
Cadenas de nieve: ¿cuándo y cómo usarlas?
Si no utilizamos neumáticos de invierno, las cadenas de nieve para coche serán indispensables para poder circular sobre pavimentos helados y nevados. Repasemos algunos aspectos básicos de este accesorio:
¿Son obligatorias?
Aunque la ley no obliga a llevarlas en el maletero, su uso sí que es obligatorio en los tramos de carretera señalizados en rojo por la DGT, no hacerlo puede suponer una multa de 200 euros y la inmovilización del vehículo.
Por ello, es muy recomendable llevarlas siempre en el maletero y montarlas en cuanto nos lo indiquen los paneles de mensaje variable de las carreteras o los agentes de Tráfico.
Si no dispones de cadenas de nieve y no quieres comprarlas, pero tienes un viaje a un lugar con posibilidades de nieve, debes saber que también existe la opción de alquilarlas.
¿Qué tipos de cadenas hay?
Cadenas de nieve hay muchas: desde las clásicas cadenas metálicas, pasando por las de tela o textiles, las de red o compuestas y las semiautomáticas.
A la hora de decantarnos por unas u otras, deberemos tener en cuenta las medidas del neumático de nuestro coche (concretamente, el diámetro de la rueda, la anchura de la goma y el perfil), aunque, en general, las cadenas son universales para llantas de entre 13 y 17 pulgadas.
En caso de que las ruedas de nuestro vehículo superen estas dimensiones, deberemos buscar cadenas específicas adecuadas a la medida de las gomas.
Además de estos aspectos técnicos, a la hora de comprar las cadenas también deberemos considerar cuál es nuestro presupuesto, la frecuencia con que vayamos a usarlas y la facilidad de montaje, entre otros aspectos.
¿Cómo debemos instalarlas?
Las cadenas de nieve deben colocarse siempre en las ruedas motrices del vehículo, de forma que deberemos tener claro si en nuestro coche estas se encuentran en la parte delantera, trasera o en las cuatro ruedas (tracción 4×4 o integral). En este último caso, si solo tenemos un juego de dos cadenas será preferible colocarlas en el eje delantero.
¿Cómo se debe conducir con nieve o hielo?
Ante la poca adherencia del asfalto y las superficies resbaladizas provocadas por el hielo, la nieve o mucha humedad, debemos aplicar el sentido común y extremar la precaución.
A continuación, proporcionaremos algunos consejos prácticos y técnicas para conducir en estos entornos:
- Realizar una conducción preventiva, intentando anticiparnos a elementos potencialmente peligrosos (placas de hielo, acumulaciones de nieve, etc.).
- Reducir la velocidad y mantener una conducción suave.
- Utilizar marchas largas en lugar de cortas.
- Aumentar la distancia de seguridad entre vehículos: esto nos permitirá tener mayor capacidad de reacción ante cualquier imprevisto. Además, la distancia de frenado aumenta por diez con placas heladas sobre el firme, de modo que necesitaremos mucha más distancia para frenar y no colisionar con el vehículo que nos precede.
- Evitar movimientos y maniobras bruscas (frenadas, aceleraciones y giros).
- Llevar siempre las luces encendidas.
- Cuidar el buen funcionamiento del sistema de aireación interior para desempañar los cristales.
- En caso de patinar, evitar pisar el freno bruscamente: para recuperar el control del automóvil, tendremos que levantar el pie del acelerador y disminuir suavemente la velocidad mientras giramos poco a poco el volante en la dirección en la que se desliza el coche, ya que un cambio brusco de dirección podría hacernos perder el control del vehículo.
¿Cómo frenar y girar de manera segura en superficies resbaladizas?
Para girar sin perder el control sobre pavimentos deslizantes deberemos aplicar unas técnicas de conducción u otras, según si nuestro coche es de tracción delantera, trasera o tracción a las cuatro ruedas.
Para girar con vehículos de tracción en las ruedas delanteras habrá que tomar las curvas como si fueran más cerradas de lo que en realidad son, para que las gomas se adhieran mejor al firme. A la salida de la curva, si los neumáticos patinan, habrá que dejar de acelerar o hacerlo de forma muy suave hasta que recuperen el agarre.
En los coches con tracción trasera es más común que estas patinen. En estos casos y, a diferencia de lo que ocurre con los automóviles de propulsión delantera, deberemos seguir acelerando (siempre, suavemente) para dirigir las ruedas delanteras hacia la dirección deseada.
Finalmente, los vehículos 4×4 son los que mejor se adaptan a los terrenos resbaladizos y los que mejor conservan la trayectoria al tomar las curvas. Sin embargo, igualmente deberemos conducir con mucha prudencia, girando el volante con suavidad y acelerando despacio para realizar el viraje.
¿Qué hacer si quedamos atrapados en la nieve o el hielo?
Si nos hemos quedado atascados en la nieve o el hielo, lo primero de todo para afrontar la situación es mantener la calma, intentar ser operativos y seguir los siguientes pasos:
- Retirar toda la nieve posible para recuperar la adherencia de los neumáticos: si el coche se ha quedado atrapado en la nieve o el hielo, el motivo es que los neumáticos habrán perdido la adherencia con la vía. Por ello, deberemos intentar que la recuperen sacando la nieve de debajo de las ruedas con una pala o lo que tengamos a mano. Si la nieve se ha acumulado en las llantas, debajo del chasis y/o en el tubo de escape, también deberemos retirarla y, en caso de que haya hielo, habrá que romperlo
- Subir al coche y poner segunda para intentar desatascarlo suavemente: después de retirar el exceso de nieve, deberemos montarnos en el coche e intentar moverlo acelerando suavemente; de lo contrario, el coche podría patinar más. Si, aún así, el vehículo sigue sin recuperar la tracción, podemos probar a echar sal para derretir la nieve, arena o colocar un trapo o tapete debajo de los neumáticos. Si no disponemos de ninguno de estos elementos, podemos poner una rama debajo de las ruedas o echar líquido limpiaparabrisas o anticongelante.
- Si nada de esto funciona, avisar al servicio de asistencia y esperar en el automóvil: si, a pesar de poner en práctica todas estas medidas, no conseguimos desatascar el coche, deberemos llamar al servicio de asistencia en carretera (es muy recomendable grabarse el número de la grúa en el móvil antes de emprender la ruta) y esperar dentro del vehículo con las luces y la calefacción encendidas. De vez en cuando, deberemos abrir las ventanas para renovar el aire y asegurarnos de que el tubo de escape evacúa correctamente los gases. También se recomienda mantener la radio encendida para conocer la evolución del tiempo y estar pendientes de las indicaciones de los servicios de emergencia.
Consejos adicionales para evitar accidentes en invierno
Ya hemos comentado anteriormente que preparar bien el coche para el invierno es sumamente importante para asegurarnos de que el vehículo pueda responder bien ante cualquier situación y circular con seguridad. Además de esto, también es muy aconsejable poner en práctica los siguientes consejos:
- Consultar la climatología antes de salir a la carretera (especialmente, si hay previsión de nevadas o heladas en nuestra ruta): se recomienda viajar de día, en lugar de al atardecer o de noche, y no circular en caso de tormentas o fuertes heladas, si es posible.
- Planificar las rutas con antelación: diseñar la ruta de antemano nos permitirá saber qué vías tenemos que tomar para llegar a nuestro destino (especialmente importante en caso de mala visibilidad o de no conocer el trayecto) y guardar los mapas creados en nuestro móvil con Google Maps por si no tenemos cobertura durante el viaje y no podemos utilizar el GPS. También es muy recomendable utilizar aplicaciones móviles para seguir el tráfico en tiempo real y valorar posibles rutas alternativas.
- Comprobar las estaciones de servicio del itinerario antes de emprender el viaje: la falta de cobertura para buscar gasolineras con el móvil mientras circulamos puede jugarnos una mala pasada (sobre todo, si empieza a nevar y nos quedamos sin combustible), de modo que es mejor ser previsor e informarnos con antelación.
A modo de resumen, en este extenso artículo te hemos explicado cómo conducir con nieve o hielo, qué precauciones debemos tener para circular de forma segura en condiciones invernales y consejos en caso de que nos quedemos atrapados en la nieve. Evidentemente, no todo se puede planear siempre, pero en caso de tener que circular por entornos nevados o helados, la previsión y anticipación serán nuestros mejores aliados y nos evitarán más de un susto en alta montaña.