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La moda del low cost aplicada a los viajes empezó en los aviones, se extendió al automóvil con el car sharing y car pooling y hace unos años también ha llegado al transporte colectivo de pasajeros, tanto a trenes como autobuses. Si hablamos concretamente de la Alta Velocidad, la liberalización del mercado ferroviario español ha comportado la entrada de nuevos operadores, como la francesa OUIGO, AVLO (el servicio low cost de Renfe) y, más recientemente la hispanoitaliana IRYO, lo que ha permitido una bajada considerable de los billetes de tren y un aumento del volumen de pasajeros. En este artículo de Wikidriver te explicaremos todos los detalles sobre los cambios que se están produciendo en el sector ferroviario y qué consecuencias tendrán para los consumidores. De modo que si sueles viajar frecuentemente en tren o combinando distintos medios de transporte, ¡este artículo te interesará!
Durante mucho tiempo, la Alta Velocidad ha sido sinónimo de billetes caros al alcance de pocos pasajeros. Hoy en día los precios se han democratizado gracias a la liberalización del sector ferroviario en España y podemos encontrar billetes de AVE baratos para la mayoría de trayectos (llegando incluso a costar un 49% menos en la ruta Madrid-Barcelona, según datos de la plataforma de venta de billetes de tren Trainline). Pero si esta cifra ya llama la atención, aún más elocuente es la referida al aumento de demanda de los usuarios: desde mayo del ejercicio pasado, la venta de billetes ha crecido un increíble 393%. El sector ferroviario está viviendo un auténtico boom.
Quién es quién en la Alta Velocidad española
Y si ya hace años que la sigla AVE forma parte de nuestro vocabulario cotidiano, pronto incorporaremos tres más: AVLO, OUIGO e ILSA, también conocida por su marca comercial IRYO. En noviembre de 2019, la gestora ferroviaria Adif abrió el mercado a la competencia y dio nuevas autorizaciones para entrar en el mercado de la Alta Velocidad en España. ¿El resultado? Tres nuevos actores obtuvieron licencias para operar en nuestro país; a continuación, los describiremos, analizaremos qué rutas ofrecen y destacaremos sus principales características:
– OUIGO: tren low cost del operador público francés SNCF (Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses, el equivalente a la Renfe en el país galo). El nombre es una mezcla de francés («Oui», sí) e inglés («go», vamos) y significa tanto «Sí, vamos», como «Nosotros vamos», puesto que el operador también quiso hacer un juego de palabras aprovechando que en francés «oui» suena como el pronombre inglés «we» (nosotros). OUIGO empezó a operar en territorio español el 10 de mayo de 2021 (un mes escaso antes de que lo hiciera el modelo de bajo coste de Renfe), en Madrid, Zaragoza, Tarragona y Barcelona, y desde entonces más de 3 millones de usuarios han utilizado su servicio. La compañía cuenta con cinco frecuencias diarias en el trayecto Madrid-Barcelona (con paradas en Zaragoza y Tarragona). El pasado 7 de octubre estrenó su segunda línea uniendo Madrid y Valencia (sin paradas) con cinco frecuencias diarias más. Uno de los grandes reclamos de la compañía gala, que opera en Francia desde 2013 y en nuestro país desde 2021, son sus bajos precios (con billetes a partir de 9 euros para los adultos y una tarifa plana de 5 euros para los niños entre 4 y 14 años). Otro de sus puntos fuertes es su innovador modelo de trenes de doble altura, que funciona por parejas y tiene una capacidad para más de 500 viajeros; se trata de un modelo muy extendido en Europa, pero aún no en España
– AVLO: Alta Velocidad Low Cost de Renfe. Para hacer frente a la competencia, el 23 de junio de 2021 Renfe puso en marcha este servicio y recientemente ha mejorado sus prestaciones, servicios y su frecuencia (ofreciendo billetes a 7 euros en algunas franjas horarias y a 5 euros para los menores de 14 años), para dirigirse especialmente a su público objetivo: los jóvenes y las familias. La compañía ofrece 52 frecuencias diarias entre Madrid y Barcelona (con paradas en las ciudades de Guadalajara, Calatayud, Zaragoza, Lleida y Tarragona), de las cuales 44 son AVE y 8, AVLO, además de 30 frecuencias Madrid-Valencia (con paradas en Cuenca y Raquena), divididas en 24 de AVE y 6 de AVLO. Como su competidora OUIGO, AVLO se basa en un modelo muy parecido al low cost de las aerolíneas, con un servicio básico incluido en el precio y la posibilidad de añadir servicios complementarios con un cargo adicional
– ILSA (IRYO): ILSA-Trenitalia es un consorcio formado por Intermodalidad de Levante-Air Nostrum (31%), Trenitalia (45%) y Globalvía (24%), más conocido por su nombre comercial IRYO. Ha empezado a operar en nuestro país apenas hace unos días, concretamente, el pasado 25 de noviembre, con la ruta Madrid-Zaragoza-Barcelona con 32 frecuencias diarias. A partir del 16 de diciembre, IRYO añadirá el trayecto Madrid-Valencia-Cuenca con 16 frecuencias diarias y, en el primer trimestre de 2023, se extenderá al sur operando en las ciudades de Sevilla, Málaga y Córdoba con 22 trenes diarios. En junio, sumará dos nuevas ciudades a su red incorporando Alicante y Albacete, según anunció la compañía a finales del pasado mes de septiembre. A diferencia de AVLO y OUIGO, el modelo de IRYO se parece más al AVE tradicional, basándose «en la experiencia de viaje» (con precios que parten de los 18 euros por billete), según apuntan desde la compañía, y en ofrecer una serie de comodidades que no ofrece la competencia, como la posibilidad de cambiar de día, de hora y de asiento de forma flexible sin tener que pagar ningún suplemento. Otro de los pilares de la estrategia empresarial del grupo es apostar por el viajero de negocios, un público más selecto y con mayores exigencias. En consecuencia, IRYO ha creado tres tarifas diseñadas específicamente para este grupo de usuarios, con espacios de trabajo en grupo e individual y una cuidada oferta gastronómica con menús preparados a bordo.
El objetivo de los operadores low cost: aprovechar una red ferroviaria infrautilizada
Además de conseguir la rentabilidad empresarial de su negocio, los operadores low cost ferroviarios persiguen aprovechar la red ferroviaria española, la más extensa de España y la segunda del mundo a pesar de ser una de las menos utilizadas. En nuestro país, las infraestructuras ferroviarias tienen un índice de intensidad de uso de 35,2 puntos, mientras que en los Países Bajos y en el Reino Unido, este índice se sitúa en los 146 y 96 puntos, respectivamente. Alemania tiene un índice de uso de 78 puntos, Italia, de 55 y Francia, de 43, cifras todas ellas superiores a las españolas. Si tenemos en cuenta que en los últimos 30 años se ha invertido un total de 65.000 millones de euros (especialmente, inversiones para llevar la Alta Velocidad a distintas comunidades autónomas), observamos que la infraestructura es claramente deficitaria.
Con la liberalización del sector ferroviario en España y la entrada de tres nuevos actores en la escena nacional, se espera revertir esta situación y apostar por un modelo de movilidad sostenible. Cabe recordar que el transporte en tren es la opción más ecológica (con un porcentaje de emisiones de gases de efecto invernadero en la UE del 1 %, frente al 70 % de los vehículos por carretera, según datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente) y un medio de transporte clave en la disminución de la huella de carbono. Para fomentar su uso y conectar distintos medios de transporte, algunas compañías como Saba (empresa que gestiona infraestructuras y, más concretamente, aparcamientos) cuentan con aparcamientos públicos en las estaciones de AVE de las principales ciudades de la geografía española, como Barcelona, Madrid, Alicante, Cádiz e Irún, entre otras. De este modo, podemos viajar en coche hasta la estación de tren y aparcar cómodamente el vehículo allí mismo a precios económicos, especialmente el fin de semana o si estacionamos el coche varios días.